Squirting cósmico.

Squirting cósmico.

El fuego saltaba desde el interior de aquel inhóspito mundo, con una desmesurada potencia. Hacía millones de años que no se había visto nada similar en ninguna otra parte del sistema solar.

El azufre y el dióxido de azufre literalmente salían disparados hacia el espacio, hasta alcanzar los cientos de kilómetros de distancia. Todo un espectáculo digno de contemplar desde el espacio.

Esa enorme actividad volcánica impedía la vida sobre la superficie del satélite, ya que sus condiciones ambientales eran un más que digno infierno físico.

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Todo ese material expulsado al exterior contribuía a crear una irregular atmósfera en Io, pero no sólo eso, sino que también alimentaba la magnetosfera del planeta que lo atrapaba bajo su enorme gravedad, Júpiter.

Su superficie se encontraba, prácticamente en su totalidad, cubierta por la lava y las continuas explosiones a las que se enfrentaba el objeto, lo que nos hacía prácticamente imposible el poder aterrizar en su superficie.

Nos tuvimos que conformar con ser observadores pasivos de todo aquel espectáculo, alrededor de las innumerables erupciones podíamos divisar un colorido efecto en el que se combinaban los colores rojizos, blancos y negros.

Un lugar muy interesante, debido a ser uno de los pocos lugares del sistema solar con actividad volcánica, pero carente de interés desde el punto de vista de la existencia de vida compleja.

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