Concurso Cervantes 5ª Semana: Antoni Gaudi

El umbral del Tren

A veces, la muerte está provista de las mejores armas para usar frente a la vida sin ningún tipo de distinción alguna. La edad, el género y cualquier característica física existente, son completamente inédito para ella, pues sólo tiene un objetivo y regresar al estadio primitivo de todo ser: El polvo.

Al menos el tiempo, es la única cosa a la que ella toma con seguridad y respeto, pues su recorrido se traduce en paciencia. Es esta la causa de que muchos lleguen a momentos más largos que otros, pero, que al final cobra lo que le corresponde como un derecho.

No le importa tus proyectos, tus objetivos, tus planes y tu fama. Mucho menos espera a que la entiendas, sólo se detiene para observarte y esperar con cautela, como un vil gato lo hace ante su presa para luego arrojarse a ella sin miramientos.

Antoni Gaudi, gran prodigio de la época, considerado como uno de los exponentes más ejemplares del modernismo, el cual a través de la historia ha podido formar con ímpetu la disciplina de su vida. Como si de una poesía se tratara, obró con cada una de sus obras, siendo así la raíz de su pasado, el mejor maestro que llevó hasta su inspiración y éxito.

Pero, jamás llegó a pensar y a creer que el umbral entre la vida y la muerte se encontraba en la hermosa España, específicamente en la Gran Vía de las Cortes Catalanas, entre las calles Gerona y Bailén, dónde al querer cumplir ante su inquisición religiosa, llegó el final de su historia. En plena oscuridad de la noche la muerte surgió como relámpago hacia una vida cobrar. No miró su pasado, ni sus arquitecturas, sólo vio a un vil humano al cual reclamaba a volver al génesis de su creación, dando un nuevo concepto a la vida y a su valía por su propia actuación.

Por lo que, la vida como la niebla es comparable y los rieles de un tranvía el camino a seguir, siendo el hombre el tren de esa vía, siendo así la muerte el periodo histórico a cumplir donde lo moderno deja de ser moderno, para traer así consigo el inminente olvido.

Sin embargo, Antoni Gaudi no es conocido sólo por su historia, sino por el impacto causado en la revolución de la historia, al punto, de permanecer en el tiempo. Esto es una verdadera osadía y burla a la muerte, que tan afanada busca trabajar limpiando los rieles del tranvía para nunca más recordar.

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