El día de hoy mientras iba a buscar a mi queridísima y hermosa novia a su residencia, de regreso pase por un lugar que me causo mucha curiosidad y con el cual siempre había soñado en conocer, ese lugar es nada mas y nada menos que el “Museo Aeronáutico” ubicado en la zona centro-norte de la hermosa ciudad de Maracay, específicamente en frente de la casa de la cultura y de la Av. 19 de abril.

Su ubicación corresponde al antiguo aeropuerto nacional “Florencio Gómez”, cosa que desconocía totalmente y que me entere gracias a las especificaciones descritas al entrar.

Había tantas cosas por observar que no sabíamos por dónde iniciar, sin embargo, empezamos caminando hacia el centro, donde pudimos observar un gran salón el cual destaca por su gran tamaño, y que me trae tantos recuerdos, ya que en ese auditórium fue donde realice mi graduación de bachillerato en el año 2002.

A un costado de ese increíble salón se encontraba lo que correspondía al hangar principal, en donde se encontraban unas excelentes paredes informativas, donde nos describían muy detalladamente la historia de los pilotos más destacados en Venezuela en los inicios de la Aviación Venezolana.

En ese mismo lugar se encontraban en los costados aviones muy llamativos, podíamos ver unas avionetas muy coloridas, un destacable F-16A y un muy imponente Mirage 50DV en donde Gaby quiso intentar subirse, pero solo se pudo asomar jejeje.

Luego nos dirigimos a otro hangar, en donde pudimos observar un F-16A con los colores militares representativos de los aviones de tipo caza en nuestro país, lucia muy increíble poder ver de cerca lo que ha sido categorizado a uno de los mejores aviones de todos los tiempos, destacado por la gran velocidad que puede alcanzar.

A medida que podíamos ir avanzando, pudimos ver aviones gigantescos, donde destacaban unos aviones los cuales eran usados para el entrenamiento de pilotos destacados en reconocimiento aéreo y de aeronaves bombarderos, llamaba muchísimo la atención que había otro avión gigantesco el cual cumplía la función del servicio aeropostal y entre ambos aviones gigantes se encontraba una pequeña avioneta, la verdad era bastante diminuta en comparación con esos mostros.

Mas adelante aparecieron de pronto unos geniales helicópteros, realmente una gran variedad de ellos, donde podíamos observar helicópteros de combate, de transporte, de rescate y de reconocimiento, con unos colores bastante llamativos y con unos nombres muy raros.

Aún faltaba muchísimos aviones por observar, así que el recorrido apenas iba a la mitad, y de la nada apareció un avión que me llamo la atención ya que parecía como si no tuviese nariz (se que los aviones no tienen nariz, pero saben que si pareciera jejeje), al leer la reseña de este avión , me doy cuenta que fue el primer avión en romper la barrera del sonido debido a su alta velocidad.

Justo al lado de este avión, se encontraba uno de los aviones favoritos de toda mi vida un 2B40, estos aviones eran los aviones bombarderos por elección durante la segunda guerra mundial por la aviación norteamericana.

Estos aviones lo podemos observar en muchas películas, pero sin duda alguna la película que les hace honor a mi consideración es “Pearl Harbor”, donde en una escena los cañones de las ametralladoras eran cambiados por palos de escobas pintados de color negro, para aligerar el peso y llevar mas bombas en su interior, nunca me imaginé que la aviación venezolana en algún tiempo los tuviera como apoyo aéreo.

Al seguir caminando pudimos notar una gran variedad de aviones tipo Jet, la mayoría eran de combate donde se destacaban por su increíble artillería y como estupendos bombarderos.

Este museo muy aparte de los hermosos aviones en su interior también cuenta con increíbles jardines, haciendo resaltar el color verde donde se observa un increíble contraste con los distintos aviones y áreas que en él se encuentran.

Dentro de las grandes historias que guardan estos aviones, hay uno que indudablemente se destaca, y es nada mas y nada menos que el avión en donde el dictador “Marcos Pérez Jiménez” huyo de Venezuela tras la caída de su gobierno, dicho avión tiene un nombre muy particular “La Vaca Sagrada”.

Este avión, cuenta con grandes dimensiones ¡es verdad!, pero como no va a ser grande si era el avión de un presidente, en verdad me hubiese gustado montarme en él, de seguro hubiera sido genial.

En este museo no esta permitido subirse a los aviones, pues son recuerdos del pasado, sin embargo, no pude aguantarme, y como un espía aproveché el descuido de uno de los guardias para acercarme a un avión de grandes dimensiones color verde.

El avión era utilizado para el trasporte de paracaidistas, Gaby y yo decidimos subirnos a él, y pudimos capturar el momento con un increíble Selfie, ella muy asustada y para estar pendiente de ver si se acercaba el guardia decidió bajarse, mientras que yo me fui hasta la cabina del piloto, donde me sentía como si estuviese en una película de guerra imaginando que el avión se iba a estrellar jejeje.

Al bajarme de ahí pude notar que había una pequeña plaza en el centro, donde se podía notar un busto de alguien, al acercarme pude darme cuenta que representaba al primer piloto venezolano caído, lo cual me sorprendió de una gran manera, no se cuales fueron las causas por lo cual su avión se estrello pero de tan solo imaginar lo que esa persona tuvo que haber sentido en ese momento da de todo.

Para finalizar…

Quisiera mencionar que el paseo de hoy de verdad me dejo boca abierta, sabia de la existencia del lugar, pero nunca había realizado un recorrido tan detallado como el de hoy, lo que sin duda alguna me enseño que debemos apreciar aun mas las cosas que existen en nuestras ciudades.

Esto de verdad me alienta, y lo digo porque me gustó tanto que quizás en una pronta ocasión me dedique a conocer mas cosas de mi hermosa ciudad de Maracay, vamos a ver que se me ocurre la próxima vez y de seguro se los compartiré por aquí, por ahora me despido junto a mi novia Gabi para abordar mi nave jejeje.