Había que operar a un paciente, su nombre es Luis, es un paciente el cual presenta desde hace 3 meses una fractura de 1/3 medio de tibia y peroné derecho, quien no se había operado en vista de que tenia muchas dificultades desde el punto de vista económico.

Entonces al reunir todo lo que le faltaba fue llevado al quirófano, donde se evidencia que presentaba una consolidación viciosa (fractura que consolido en mala posición) de la fractura debido al tiempo que tenia hospitalizado sin poder operarlo.

Por lo cual inicialmente se realizó prácticamente la destrucción de ese gran callo oseo, siendo una cirugía muy exigente desde todo punto de vista, al lograr alinear esa fractura, se estabilizo con un clavo bloqueado para tibia, la cirugía fue muy demandante, ya que tuvo aproximadamente una duración de 5 horas.

Pasaron los días…

Todo se veía muy bien al principio, el paciente refería solamente dolor de moderada intensidad al día siguiente de la cirugía, pero no todo puede ser bonito, al cuarto día de estar hospitalizado pudimos observar cuando pasamos la revista médica que había un olor horrible en la habitación del señor Luis, y al entrar nos dimos cuenta de que era la cura de la herida la cual olía de esa manera.

Al levantar la cura nos dimos cuenta de que rápidamente salió a través de uno de los orificios de la herida una gran cantidad de un exudado purulento muy fétido, “vaya se infectó nuestro paciente”.

El día de ayer yo me encontraba de guardia en ese gran hospital, por lo que tuve que solicitar un quirófano de emergencia para poder operar a ese paciente, sin embargo, no era tan fácil como lo estoy diciendo, ya que llegaron muchísimas emergencias que ameritaban quirófano por parte del servicio de cirugía.

En vista de eso y otras eventualidades que fueron llegando a la emergencia de la institución, me autorizaron entrar al quirófano a la 1:00am, realmente me sentía muy cansado, y aun así decidí realizar la cirugía, pues teníamos que realizar el retiro del material para iniciar el control de la infección que tenía ese paciente.

Ya teniendo a nuestro paciente anestesiado, ocurrió otra eventualidad, en esta oportunidad resulto ser que no había enfermera para que nos instrumentara la cirugía, por lo cual las 2 residentes que estaban de guardia conmigo tuvieron que hacer también el papel de instrumentistas.

Lo primero que se realizo fue prácticamente el retiro de los tornillos de bloqueo del clavo, lo cual no fue nada fácil ya que algunos estaban incluidos en el hueso, y en acto seguido se realizo el retiro del clavo bloqueado de tibia.

Al destapar la herida podíamos ver tranquilamente como salía pus en abundancia, la piel tenía un aspecto horrible, unas áreas color verdosa desvitalizadas totalmente, gracias a dios ya no tenia tan mal olor, por lo que se realizó la necrectomía y se procedió a lavar con abundante solución salina al 0.9%.

Mientras se realizaba el lavado de la herida, nos pudimos percatar que uno de los fragmentos de hueso tenía áreas de necrosis con un color oscuro en lo que correspondería al canal medular, por lo que decidimos retirarlo y mandarlo a estudiar de inmediato en el laboratorio.

Después de lavar todo y quitar el tejido muerto, se procedió a realizar la colocación de un sistema con presión negativa, llamado “Sistema VAC o VACCUM”, el cual tiene muy buenos resultados en heridas muy infectadas.