Árido

Árido es el futuro para el pesimista, tras su vacío de esperanza aguardan miedos y cobardías, sin razonar que todo... es un monstruo que lo devora desde dentro, de su creación propia esculpido a base de dudas, tormentos e inseguridades.

No espera oasis, no lo dice… lo ansía, de la esperanza crece su derrota por deseos errados.

Nutre al no, inflando su poder y contaminando el hábitat. Toda una vida esperando al trágico final, regocijándose en la zupia donde construye su hogar, áspero confort.

Un camino de espinas vislumbra ante sí, desperdiciando los brotes, la belleza, la verdad y agarrándose a lo lesivo, nocivo, corrosivo y leñoso como el musgo a la roca.

El bosque se vuelve maleza, lo verde en podredumbre y se prepara para lo inerte inevitable.

La espera lo castiga martilleando su paciencia, quiere huir pero no puede, ha construido su personaje de hormigón, lo ha llenado de pesados argumentos, de hechos, de consistentes razones y esa carga…

No le deja avanzar y no es liviana de abandonar.

Solo le queda, sobrevivir en su desierto.

Texto y fotografía de mi autoría.