Orar en Lenguas...

Anecdotario de la infancia; de los tiempos bonitos que se guardan para siempre. Mezcla de un un poco de todos.

― A la “Hermana Lucia”; incansable, batalladora con cada una de nuestras almas y vidas.
Gracias a ella, al poema del Mío Cid; mi letra y redacción son un mundo de recuerdos….
Con mi agradecimiento a mis compañeros de la Promoción de Ciencias 1978, del Colegio Fe y
Alegría “Madre Cecilia Cross” de Alta Vista Catia, secciones “B” Y “A” a las cuales pertenecí y de
que doy fe que guardo en mi un valor de cada uno de ellos… En especial a Norath, a Zenon por mantener ese lazo unido con todos. A Elizabeth por motivar estas líneas y ha Enzo por seguir siendo el mismo amigo de la adolescencia.

Si pudiera guardar tiempo en una botella
La primera cosa que me gustaría hacer
Es guardar cada día
Hasta que la eternidad se desvanezca
Solo para pasarlos contigo
Si pudiera hacer que los días duraran para siempre
Si las palabras pudieran convertir los deseos en realidad
Guardaría cada día como un tesoro y luego,
Otra vez, los pasaría contigo
Pero nunca parece haber suficiente tiempo
Para hacer las cosas que quiero hacer
Una vez que las encuentras
He mirado alrededor lo suficiente para saber
Que tu eres con la que quiero ir
A través del tiempo
Si tuviera una caja solo para los deseos
Y sueños que nunca se volvieran realidad
La caja estaría vacía
Excepto por el recuerdo
Banda / Artista: Jim Croce

Nombre de la Canción Traducida: Tiempo en una botella

... las almas sin amarras viajarán a la deriva,
hacia costas más extrañas
que las que el hombre conoce, impulsadas
por vientos que no agitarían ni un cabello...
WILLIAM ASHBLESS
« tu ortagrafía es un mundo…»
HERMANA LUCIA.
Prólogo
―Uaua guara tatat guama sagure tetirru ajsiusmaneitocuararda queuem mtiuatariri tata tegue egue Zanna
ooo guana gureruuum mare…
―Así de forma inexplicable creíamos en Dios…. Alabábamos su nombre envuelto en nuestros sueños
juveniles, niños aún sin comprender lo grande que era.
―Orar en lengua,… somos esa generación, ese grupo..Unidos por fuerzas inteligibles… solo la fuerza del
cariño y la amistad.

Capítulo primero
LOS PROFESORES

... las almas sin amarras viajarán a la deriva,hacia costas más extrañas
que las que el hombre conoce, impulsadas por vientos que no agitarían ni un cabello...
WILLIAM ASHBLESS

ELIGON
….¡Nadie es infeliz¡
―Esta simple frase me ha acompañado en los últimos treinta años, era una mañana de abril de
1977, el sol entraba por la espalda del salón ya que el cuarto “b” quedaba viendo hacia al este y nosotros
quedábamos de espalda. Esa mañana después de su chiste habitual de entrada la mayoría no se alegró con
su chiste, más bien permanecimos serios y él se sonrojo un poco.
―Alguien (creo fue Fidel García) le dijo que no teníamos ganas de reírnos porque no estábamos felices habíamos salido mal en un examen de física o matemáticas. Eligon insistió en decir un chiste y seguíamos serios a lo que el expreso: ¡nadie es infeliz algún día tendrá que reírse y allí enumero casos de tristeza y como la persona con el tiempo logra superar esa tristeza y sonreír de nuevo.

―Un escándalo removió los cimientos del Cecilia Cross, un profesor se casó con una ex alumna. Ella estudiaba ciencias, se graduó y luego se inscribió de nuevo en Normal; quería ser maestra. Cosa que a menudo pasaba en el Cecilia Cross, la gente se graduaba y se volvían a inscribir.. por cierto por allá por el 77 un muchacho se inscribió también en normal luego de ser bachiller... él era el primer hombre que salió como maestro del Cecilia Cross.
―En ese ínterin se casó. El Profesor de Inglés y la alumna normalista. Carmen Eligon, era un hombre muy chistoso; es más su matrimonio era parte de ese mundo festivo y chistoso. Como sabía de los comentarios buscaba que el tema saliera y el preguntaba. ¿ A ver por qué no me podía casar con una ex alumna ? Y se reía.. Ahí con esa simple pregunta, dejaba sin palabra a los puritanos y chismosos, jejej.
―El Profesor más alegre, con buen humor siempre. Lo más chistoso de él, era que antes de echar el chiste, el comenzaba a reírse sin terminar el chiste. Sus blancos dientes mostraban aquella sonrisa angelical al ritmo de sus grandes hombros. Se reía de su chiste y ya. No que fueran malos, sino que todos sabíamos que no terminaría cuando ya su risa llegaría para interrumpir la historia. Nadie sabía cuál era el chiste solo sabíamos que su clase lo menos que se daba era inglés. Siempre recordare las canciones en inglés, y el libro English Four You y su colección. También el Profesor Eligon daba matemáticas algunos grupos.

―Aquel día, todavía yo estaba en 4 to "B", el Profesor Eligon, nos habló de la infelicidad, casi conjugo
ese estado emocional. Y afirmo sin lugar a dudas. ¡No existe mientras se ponía serio ( cosa que casi nunca
hacía) nadie es Infeliz; en la vida alguna vez un debe reírse o sentir un poquito de felicidad o alegría;
mientras nos convencía se reía y nos veía. Eligon se esmeraba por hacernos reír, agradable, aquellas
corbatas pegada de su camisa, la camisa color naranja o la que estaba llena de bolitas verdes. Elegancia y
autenticidad lo catalogaron siempre; además de ser un excelente profesor.
―Quizás la gracia de Tano, Lobo y Héctor Blanco se les contagio del Prof. Eligon nuestro padrino de
graduación 1978 . Nuestro apoyo a su matrimonio irreverente con una ex alumna que vivió su embarazo
mientras nosotros culminábamos el quito año del liceo.

Lourdes Belandria.

Esa magia de soñar, colorear para ser eternos…
―Aquella moda de cuello alto elevaba la misión del "Ser Docente" en el Cecilia Cross. A las cinco de
la mañana…. salíamos de San Isidro, a buscar el pan frío para mojar en el guarapito dulce del café de la
mañana… bajábamos por la calle el Estadio y al frente a la calle que pasa por debajo del estadio había
un árbol con hojas pequeñas que gateaban como lagrimas... Al frente de él estaba la casa de las
Belandrias. En aquellas paredes altas¡¡¡ de beige claro y rodapiés de oro; a un lado la puerta de madera
alta con botones dorados y con letras forjadas se leía: Quinta Santa Eduvigis. Al lado, el taller de
carpintería.
―Allí en secreto acuchillábamos en la madrugada:
―"aquí viven las maestras: Yolanda y Lourdes (la más gordita).
―Las Belandrias¡¡¡; la primera docente. Muchas veces, la recuerdo en la biblioteca llena de
conocimientos de sentido del deber y la profesión. La recuerdo en la biblioteca cruzando el pequeño patio
que daba a la dirección tras la consulta oportuna con la Hna. Lucia. La segunda una niña hermosísima¡¡¡
apenas había salido del capullo de la adolescencia; y ya era una de las profesoras de la normal que funciono
en el Cecilia Cross hasta 1979.
―Esa escuela “Normal” era muy buena., las maestras que egresaban de sus aulas eran reconocidas por su
talento. La madre Lucia hacia una repartición por allá en mayo o junio; ¡”a dónde irían las maestras”…

! ¿A qué escuela o a que barrio? Eran maestras pues, de exportación. De allí, salió como
maestra la hermana de Héctor Blanco para trabajar en el Sagrada Familia de Fe y Alegría en el Km. 7 del
Junquito, maestra de mis hermanas.
―Lourdes y la Profesora Rosa Moreno (un ángel bueno y bondadoso) eran como las hadas madrinas de
aquellos grupos que se formaban en el tercero y cuarto piso del Cecilia Cross; aunque al lado de la
biblioteca estaba el aula de la Profesora Lourdes, creo que era una aula taller de arte o música… nunca
supe que materias daba.
―Lourdes Belandria era algo como un duende, ella abarcaba todo, hacía de todo. Su pulcritud y elegancia
con aquellos suéteres de cuello alto y a veces de cuello tortuga irreverentes. Usando sus bufandas tejidas
en brillantes marrones y tafetán en intensos violetas y rayones,… No era por pantallearía ni tampoco por
echonería, era una miss pues; de la docencia y la elegancia. Su decoro, su ejemplo de cómo debía vestirse
una docente (por que la mayoría era mujeres) y su extraordinaria oratoria; hacían de verdad que esos
grupos de maestras fueran de altos quilates…. Perlas aladas, que irían a irradiar aprendizajes recibidos;
de Rosa Moreno y Lourdes Belandria.
―Lourdes tenía un don: la credibilidad, nadie podría notar que en muchos casos la profesora gozaba de
menos edad que las alumnas, pero ella se plantaba al frente de sus responsabilidades y la escuchaban
atentamente.
―Muchas veces al verla pensé que su aire de nobiliario y gentil; vendría como su apellido de lugares
extraños llenos de talento y nobleza. Ella enseño a generaciones enteras del Cecilia Cross, el don de gentes,
el don de docentes.
―Alguna vez escuche que las hermanas aspiraban verla en el convento vestidita de gris y con su velo de
monja; pero esto será material para otro relato u otro libro.

Continuara...