Un suspiro.

Es el lenguaje particular del país que se ha propagado poco a poco, acción por acción, situación por situación, miseria tras miseria.

Arrebantandome a mi y la mayoría de la sangre nueva su oportunidad de sentir pasión nacionalista. Dejándome inmóvil en el sofá de mi sala, viendo la poca luz de dos velas frente a mi.

Dos luces vividas y a su vez lúgubres.

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17 horas sin luz, y esto es el pan de cada día.

El cual, ha ido no solo devorándome y desgastandome, sino también ha acabado con mi motivación tanto emocional como física.

Nadando en la apatía y en la conformidad he anestesiado a mi cerebro para ver este proceso diario como algo natural y que siempre va a estar ahí de manera indispensable.

Me desagrada pensar que no hago más que suspirar mínimo 30 veces por día, y que casi todos esos sonidos que engloban tristeza, melancolía, y rabia, sean a causa de algo que escapa de mis manos, dándole paso asi a otro sentimiento común en Venezuela:

Frustración.

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Que de manera irremediable me persigue como si fuese mi más temible demonio.

Chocar contra la realidad nunca ha sido fácil, y la vida es tan clara con sus intenciones que tú al no entender lo que ocurre, esta solo viene y te cachetea sin titubear, atropellándote a ti y a tus deseos.

Y este escrito, estás fotos, no son mas que otra forma de drenar y desestresarme, de hacerme saber que esto tiene un propósito, un fin, y que no será solamente dolor y miseria grátis.

Así que para hacer unas fotos un tanto diferentes a las que suelo hacer, teniendo solo la luz de una velas y muchas piedras en mi mesa de noche, decidí inventar, y de todas las fotos que tomé, he compartido aquí mis favoritas.

Y así poder sacar de lo malo algo bueno.

Y con desgracias, crear algo encantador.

Esa es la intención de este artículo.

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No podemos dejar que está situación nos quite la luz, no podemos dejar que esto nos desgaste y nos esté matando, porque eso sentimos que nos ocurre.

Pero no es el caso, por eso, quiero que lean este pequeño escrito que hice para mis redes:

Gracias por leer.

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Espero lo hayan disfrutado, y que no lean esto en penumbras, pero si es el caso mis queridos venezolanos, no suspiren.

Las fotos son de mi autoría y fueron tomadas con un Motorola G5 plus (pues no tengo luz para cargar mi cámara).

Un abrazo azul para tí, de mi portafolio.

Hasta la próxima.