Cuando era más joven  de lo que soy ahora, le tenía miedo a una infinidad de cosas, todo era nuevo, el mundo se veía mucho más grande, el tiempo pasaba muy lento y los viajes en carro eran eternos, y solo necesitaba un muñeco o una caja para hacerme el dia jugando. 

 Nunca le tuve miedo a la oscuridad, de hecho armaba en la litera que compartía con mi hermano cuevas de almohadas, cobijas y demás cosas que pudieran funcionar,  y junto a mi perro me adentraba en busca de aventuras en la improvisada cueva en donde solo cabía yo y mi perro siempre terminaba desarmando. 

En aquellos días con sólo un linterna, una lupa y una pistola de juguete yo me creía indiana Jones, hasta tarareaba la mitica cancion mientras me adentraba a la oscuridad. 

 Pero a lo que si le tenía mucho miedo, era a quedarme solo,  es decir no solo en casa de manera literal, de hecho siempre fui muy independiente, en el sentido que muy bien podría jugar solo o acompañado sin problemas, cuando mi madre y mi padre estaban en el trabajo y mis abuelos me cuidaba ellos podrían estar en la cocina y yo muy bien podría estar jugando en el patio con mi perro sin preocupaciones. 

 Pero constantemente imaginaba estar solo, sin nadie en el mundo, algo tipo Soy leyenda pero con 5 años y la idea me aterraba, incluso hoy imaginarme solo, cual will smith en New York me aterra. 

 Tampoco le tenía miedo a las alturas, de hecho siempre que iba a la piscina buscaba el sitio más alto de donde arrojarme hacia el agua, incluso imaginaba que era perseguido y que mi única vía de escape era un salto super peligroso. Aprendí a nadar muy pequeño por lo que eso de andar en el agua es lo mio. 

 Pero le tenía miedo al agua que no es traslúcida, osea dígase que eso de ir a la playa no era lo mío, no podía ver que había bajo mis pies, lo cual me daba miedo terrible y cuando iba escalaba a mi padre  de manera de nunca poner mis pies bajo el agua o sencillamente  no entraba al agua, por lo que terminaba en la arena, jugando al constructor y destructor de castillos.

 Pero el peor de mis miedos era  

Hacer popo solo, si es inverosímil, no recuerdo de donde nació aquel  miedo, que en aquella época no me permitia hacer popo solo, pero la razón era muy clara, tenía mucho miedo a que del baño saliera un cocodrilo, un pulpo o una serpiente y mordiera mis nalguitas, imaginaba que mientras yo me encontraba en el baño deshaciéndome de mis desechos, un pulpo gigante que vivía en las tuberías asomaba uno de sus tentáculos y con una de sus ventosas gigantes se pegada en mis nalgas me tragaria hacia las profundidades de la poceta. 

 O peor aún, un cocodrilo salía de la poceta y me engullía cual cebra que cruza un río, aunque el peor de todos era la serpiente, me reservare ese para mi. A razón de mi miedo siempre entraba al baño con alguien, por lo general mi madre o mi abuela, y mientras yo hacía mis necesidades les pedía que me tomaran fuertemente de los brazos y si llegase a ocurrir que un pulpo saliese de la poceta y tratase de utilizarme de cena, ellos deberían jalar de mis brazos  fuertemente para evitarlo a toda costa. 

 Gracias a mis padres y abuelos el miedo fue desapareciendo, pero aún hoy en dia reviso la poceta antes de pensar en sentarme en el trono a meditar, uno nunca sabe si de verdad hay un pulpo listo para que seas su cena. 

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