Perdido en la isla extraña. PARTE IV
Todo se paralizo, pasaron segundos y llegaron los minutos, cuando el sonido continuaba sin aparecer, así que con valentía decidí dar pasos silenciosos mientras me empezaba a inclinar para asomarme a la entrada de aquel lugar. Todo se veía oscuro, no había rastro de personas, empece adentrarme y mi sorpresa fue encontrarme con las mismas huellas que había encontrado cerca del riachuelo, las paredes se encontraban escritas son símbolos, apenas los pocos destellos de luz que desde el inicio de la cueva llegaban, podía observar las figuras y formas talladas en las paredes de rocas. Sentía una vibración de energías pesadas, como una presencia muy cercana, me sentí observado, pero a medida de que caminaba más todo se tornaba en oscuridad total, del susto salí arrastrándome muy rápidamente, provocando el desgarre de mis pantalones y rodillas, sentía que mi corazón se disparaba, con respiración agitada, mis manos sudaban, y mis nervios estaban de punta con aquella zozobra de entender que pasaba en esta cueva.
Salí y corrí hasta el otro extremo de la isla, con toda la energía que pude hasta llegar a mi bote... Ahí me senté, mientras me esforzaba por mantener una respiración tranquila, con un poco de paranoia volteaba hacia los lados, y así estuve por más de una hora sentado en la arena pensando en que hacer.
Me pare y empece a buscar bambú, rocas, ramas y raíces gruesas, mientras encontraba las iba llevando a mi bote y ahí las lanzaba, encontré todo lo que podía ser necesario para crear un arma y defenderme, al menos mi carrera profesional me dejo gran utilidad en pensar con creatividad y ejecutar. Como pude y poniendo en practica mis habilidades hice una lanza filosa, de gran tamaño y bastante ligera para lo peligrosa que podía ser.
En la ciudad nadie sabia de mi, ya íbamos al tercer día y los reportes no aparecían, lo peor de todo esto es que nadie se había preocupado, pensaban que estaba disfrutando de una nueva aventura, o que capaz la comunicación era complicada, pero lo que nadie se había imaginado es que me había ocurrido una tragedia, tal vez terminaría muerto, seco o devorado por algún animal salvaje de este lugar, me consideraba afortunado por no haberme topado con verdaderas bestias.
Me preparaba para enfrentar la situación que fuese, me arme de valor y empece a recolectar todo lo necesario, hice par de viajes con mi canasta repleta de las distintas frutas que me ofrecía la isla, iba haciendo un espacio en mi bote para colocarlas, con un trozo enorme de bambú que prepare fui al riachuelo para tener suficiente agua, ahora mi intención solo era sobrevivir, quite mis zapatos húmedos y embarrados de arena, dejando mis pies descalzos. Luego de haber alistado todo y sintiéndome listo para sobrevivir me recosté en la arena, pensando como habían sido mis días antes de realizar este viaje, pensé en cuando apenas era un joven de 20 años, el tiempo había pasado volando, este año estaba por cumplir 37, y sin duda mi espíritu era más joven que nunca, tanto que no me preocupaba en buscar la calma, sino por lo contrario buscar la selva, el mar y las montañas heladas. Ahora ustedes se preguntarán por que tan joven y solitario, por que no había compañía en este sendero, y es una larga historia que poco a poco les iré contando, el caso es que en este momento me encuentro solo, bajo la compañía de la luna y los animales, con el corazón aquí y la mente en el resguardo de la noche.
Empezaba a llegar la noche y a pegar el sereno, yo solo me preparaba para visitar aquella cueva nuevamente, camine hacia mi bote y me monte en el, preparando mi lanza, revise en la guantera del bote, donde jamás se me ocurrió buscar, y encontré una linterna de emergencia, un mechero y mi pequeño bolso de mano en donde llevaba mi carnet de identidad, pasaporte, un franela deportiva y una pequeña navaja multiuso, chequee y lo volví a cerrar dejando solo a la mano la linterna y el mechero, lo cerré y estire una de sus cuerdas, guindandolo en mi brazo dando hacia mi espalda...
Teniendo el mechero en mis manos me sentía tan valiente que de inmediato busque piedras y ramas secas, afortunadamente tenia unas cuantas de las que había recolectando para afilar mi lanza, lo acomode todo en la arena, haciendo como una pequeña fogata entre piedra y pierda para iniciar el fuego, estuve minutos en eso, hasta el humo empezaba a hacer acto de presencia, fue allí cuando las chispas empezaban a salir y encendí el fuego como señal para manifestar vida en el lugar.
Inicie la caminata hacia el otro extremo de la isla, la noche estaba a nada de caer, me sentía capaz, al haber encontrado la linterna sentí que debía ir de inmediato a ese lugar y descubrir que sucedía, mientras caminaba tranquilamente pero muy al pendiente, daba pasos largos... Al llegar a las rocas empece a caminar despacio, me incline y entre, estaba descalzo, el suelo era rocoso e incomodo, me puse de rodillas y continué el paso hasta llegar a las marcas y huellas que en la misma tarde vi, no se escuchaba absolutamente nada, encendí la linterna, y al levantarla por las paredes de la cueva note que sus talladuras representaban extraños símbolos, había una grasa colorada yo diría que muy similar al vinotinto pegado a cada silueta y linea externa de las marcas talladas, seguí caminando, tratando de entender a que se referían, era un lenguaje jamás visto, pero las paredes trataban de dar un mensaje, una de sus formas era la simulación a personas, grupos de personas
De pronto pise algo muy caliente yo diría que mi pies habían sufrido de una quemadura, y así fue, cenizas de carbón aparentemente apagadas continuaban encendidas, hice un sonido fuerte expresando dolor y de la nada inicio nuevamente aquel sonido desconocido de caracoles en constante choque y movimiento, su sonido era muy parecido al del inicio de ceremonias antiguas, tenia simultaneidad, iban con ritmo, provenía del fondo de la cueva, enderece mi cuerpo y con rapidez alumbre...
Buenos días @paop
Le animo a que siga escribiendo sus interesantes historias pero por su bien le debo añadir un par de matices:
-Debe usted hacer hincapié en la colocación correcta de tildes; he contabilizado infinidad de palabras como caminé, corté, empecé, paralizó, etc., sin su tilde correspondiente.
-Debe usted hacer más pausas para acortar un poco sus párrafos y que sean más fáciles de leer; añada más puntos y coma (;) y más puntos seguidos y puntos aparte (.).
Gracias.
Claro que si, muchas gracias por estos tips tan importantes, los seguiré al pie de la letra. Gracias.