La Peor Anécdota de un Joven

in #spanish7 years ago

Erase un a vez, un jueves santo, un día muy tranquilo y calmado en la ciudad, por la ventana solo veía el perro de Don Pedro y a doña Carmen regando el kerosene en el frente de su casa, como acostumbraba hacerlo en las mañanas, mis planes para ese día era compartir en familia un delicioso cuajao, como se le dice en el campo, el cual preparaba mi madre, hecho con pescado salado especillado con huevos, aliños, aceitunas, alcaparras y algunas verduras, así es la típica receta de este pastel en días de Semana Santa.

Pero como todo muchacho de 17 años, que cuando le hablan de diversiones, bochinches se entusiasman, decidí aceptar la invitación de un amigo para ir a una finca, como dice el dicho “el niño que es llorón y la mamá que lo pellizca” y le dije a mi mamá que me guardara el cuajado para cuando regresara y con el consentimiento de ella le pedí la bendición y nos fuimos. La finca quedaba a 30 km del pueblo de Cantaura de donde vivimos, y así llegamos a la finca la cual está ubicada a orilla de la carretera nacional en la mesa de Guanipa, y por los terrenos de la finca pasa el rio Guanipa, un rió de aguas claras y fría.

5.png

Para aprovechar el resto de la mañana, montamos el sancocho de pescado para ir a bañarnos, jugar y cantar, de verdad la estábamos pasando maravilloso, pero a eso de las 2 de la tarde mientras el sancocho reposaba, sucedió lo insólito un compañero fue a ver el sancocho y se encontró que la olla se había volteado, una de las piedras que servía de apoyo a la olla cedió. Increíble, tanto esperar la sopa y pasa eso, hambrientos, era una olla para 13 personas, los que nos quedo fue, seguir divirtiéndonos y al regresar a jugar, pasó otro echo increíble, sin nombre, que nos dejó sin palabras, un ruido grande y gritos se oyó hacia la casa, todos dirigimos la mirada hacia la casa y observamos la casa partida en dos, y corrimos hacia allá, la rueda de un camión que pasaba por la carretera se le había salido en dirección hacia la casa y pasando por el corredor, cruzó la sala, cuarto principal y por un galpón de la parte posterior chocando con una mata de roble, fue algo impresionante, la mesa de madera rústica donde posiblemente íbamos a sentarnos a comer quedo destrozada al igual que las paredes y la cama del cuarto principal, que afortunadamente no había nadie acostado, lo importante fue que gracias a Dios, no pasó nada que lamentar, lo de la olla fue quizás una señal; pero las impresiones de lo sucedido aún permanecen en mi mente y en la de mis compañeros que siempre recordamos ese momento y para mi es, la anécdota más mala en mi vida.

Hoy tengo 60 años y lo recuerdo como sí fuese ayer y me ha servido de ejemplo para decir que cuando uno está tranquilo, cómodo en su casa, no hay que inventar, los inventos salen caro y menos en semana santa.

Y que sirva de reflexión para muchos...

Saludos...

Sort:  

Increible recuerdo! Gracias por compartir!

GRACIAS POR LEER ESTA ANÉCDOTA, FELICIDAD HERMANO

Coin Marketplace

STEEM 0.18
TRX 0.13
JST 0.028
BTC 62868.73
ETH 3108.34
USDT 1.00
SBD 2.50