Sueño o realidad

El cansancio del día de trabajo y las cervezas que tome de más, hizo que me quedara completamente dormido en mi cama, no se que me despertó, escucho de fondo la canción que a ella le gusta, me hizo recordarla, la almohada estaba fría y así la abrace imaginando que era ella, el cuarto estaba oscuro.

Escucho pasos firmes de unos tacones, quizás era el producto de mi imaginación, pero no abrí los ojos, seguí abrazando la almohada, un olor de su perfume me sobresalto, al abrir los ojos estaba ella, frente de mi cama mostrándome unos de sus mejores encajes de color negro, con su labios pintados de rojo, ese cabello negro y largo que me encanta.

Se desliza sobre la cama y se coloca encima de mí, me besa los labios y me dice:

--¿Me extrañaste?

Su lengua comenzó a recorrer mi cuello, oídos, cada parte de mi cuerpo, ella quería humedecer mi piel, alborotar mis sentidos, y lo estaba logrando en segundos. Sus labios se unieron nuevamente con los míos, incitando a la pasión, al juego de dos cuerpos deseosos de placer.

Dejo de besarme y sentada encima de mi, se desabrocha el brasier arrojándolo al piso, coloca unos de sus senos en mi boca, comienzo a chupar sus pezones mientras ella acaricia mi cabello y disfruta del juego que tengo con sus senos, ella gime.

Se retira poco a poco de mi, y con sus manos ardientes comienza acariciar mi pene que se encontraba completamente excitado, por esos besos, por esas caricias, por ese deseo que tengo de sentir su humedad, de hacerla sentir mujer.

Su lengua juguetona comienza a humedecer mi pene, comienza de abajo hacia arriba, mientras yo disfrutaba del momento, ella hacia masajes rápidos apretando fuertemente mi pene, y su lengua no dejaba de humedecer mi pene. Cuando sentía que estaba llegando al éxtasis, hace una pausa, deja de tocarme, y se sienta encima de mi, mi pene siente su humedad y está dentro de ella, sus caderas comienzas a moverse fuertemente, sus gemidos se escuchaba en el cuarto, sus manos se agarran fuertemente de la almohada que tenia debajo de mi cabeza, y sus senos caían sobre mi boca, que aproveche para no dejar de chuparlos, mientras con mis manos trataba de controlar el movimiento de sus caderas que sentía que me estaba llevando a la locura. Mi respiración y la de ella era agitada, hasta que mi pene estalló y mis fluidos quedaron dentro de ella. Sentía como su cuerpo convulsionaba de placer, mientras descansaba sobre mi pecho, de su boca se escuchaba pequeños gemidos de disfrute, ambos quedamos completamente dormidos.

Al despertar por la mañana, me encontraba desnudo, la almohada a mi lado y las sábanas desordenadas, no sé si fue un sueño o realidad.