Diario no diario

¿Puede pasar?

Creo que nunca había salido de mi casa a aventurar tan cerca, me encontré con algo que nunca supe que podría suceder y es tan excitante que son pocas las veces que logro sacar de mi mente su piel. Los ojos son la ventana de alma, y como me he visto en sus ojos, en su sonrisa en su voz. Allí estábamos, tan descubiertos que el sueño no entraba ni por la ventana, me gusta mucho escucharlo, creo que su voz me relaja, me gusta sentirla retumbar desde su pecho marcado, sentir su vibración en mi brazo mientras me agarro de su pelo. Cada pensamiento que tiene lo expresa tan bien que siento cuando me habla estar viviendo su historia, como cuando lees una novela y te sientes parte del elenco, bueno así no, mejor.

Me agarra de las piernas y me pongo tan nerviosa que siento como cada musculo de mi cuerpo se tensa, intentado actuar natural. Que mas natural seria decirle que me gusta, pero no puedo, hay tanto que perder que me conformo con mirarlo dormir, mientras el intenta no quedarse dormido. Pensar en él me hace sonreír picaramente, me hace humedecerme en silencio y alcanzar el clímax con un sonido de ventilador en el fondo.

Me beso, y no lo podía creer. Ni su lengua, ni sus labios me podían dejar ir. Tan seca arriba y tan húmeda abajo, nunca supe tan dulce en sus labios como en los de alguien mas, me encanto probarme, también probarlo, sentía como me miraba mientras yo me entregaba en placer al darle placer.