UNA DULCE EXPERIENCIA

Les cuento de pana que este año se me metió en la cabeza de hacer algo diferente y con lo cual ayudarnos económicamente en casa, y también para tener algo que hacer en otro país en una posible salida de Venezuela, algo que hacer en otro país para ganar dinero para vivir allá, algo en lo que pueda trabajar por mi cuenta, soy de los que piensa que debemos llevarnos lo bueno de aquí para poder vivir fuera. Todos los buenos conocimientos que obtengamos aquí nos servirá para cualquier oportunidad.

Después de tantas vueltas en la cabeza, se me ocurrió la idea de hacer tortas, cupcakes, pan y todo lo relacionado con el mundo de la panadería y pastelería, ¿y por qué no?

Lo primero que hice fue poner mi imaginación y mi cualidad de creativo publicitario para crear un logo, me da risa esto porque ya tenía un logo para mi nuevo negocio, pero nunca en mi vida había hecho una torta. Se me ocurrió el nombre de Mr. Poirot’s Cupcakery & Café, en honor a ese personaje de las novelas de Agatha Christie, y eso, ¿por qué? Bueno soy fanático de esas novelas y en especial del detective Belga.

Como les dije, nunca en mi vida lo había intentado anteriormente, para mí siempre fue más fácil comerlas que hacerlas. Hoy me atrevo escribir sobre esta experiencia, porque logre el resultado esperado. La primera vez que lo intente, el bizcocho básico no me quedó como lo esperaba, no digo que me quedó malo, pero no tenía la suavidad que había palpado en tortas que había comido. Como les dije, no me quedó mal y eso me dio pie a intentarlo nuevamente, este segundo intento no fue tan seguido del primero debido a la situación existente en el país, se me hizo un poco difícil conseguir los ingredientes, pero inventándomela logre reunirlos guardando algo de aquí y algo de allá. Mi segundo intento se puede decir que fue un escalón más abajo que el primer intento, osea, el bizcocho quedo apelmazado y no levanto nada. Allí me pregunte: ¿será esto en verdad lo que quiero hacer? Lo cierto que los críticos que tuve esa tarde para que me dieran su opinión de los resultados me dijeron que había quedado súper bien de sabor y de consistencia, jajajaja esos críticos yo los amo, son mis hijo, y a pesar que en mi opinión no obtuve el resultado que quería, para ello fue lo mejor que habían probado. Además estos críticos no comen dulce muy seguido y eso afecto su criterio jajajaja.

Luego de esta prueba me busque una ayuda, recordé que uno de los gabinetes de la cocina estaba un libro de cocina llamado ¿QUÉ COCINAR? Volumen 2. Allí encontré en la página 294 Bizcochos Esponjosos. De allí copie la receta básica del bizcocho de vainilla, además copie las variables de esta receta, es decir, anote la receta del bizcocho de chocolate dulce, bizcocho de cacao, bizcocho de nueces, bizcocho de café además de otras más…

Este pasado jueves 15 de este mes me prepare para un nuevo intento para hacer una torta, ya tenía mis ingredientes listos y una nueva receta.

Luego del almuerzo de ese día, a golpe de 3:00pm comenzamos, digo comenzamos porque ese día mi hija Rosmelys estaba allí para ayudarme.

Lo primera sorpresa fue indicio de que en esta oportunidad todo sería diferente, cuando colocamos los 5 huevos y la azúcar en un bol y empecé a batir en baño de maría. Esos 2 ingredientes en el bol se apreciaban como poco, increíblemente con el batir esa mezcla fue creciendo de una manera que hasta llegue a pensar que el bol se quedaría pequeño, allí en baño de maría estuve batiendo alrededor de 5 minutos, y al pasar de ese tiempo retire la mezcla para seguir batiendo hasta enfriar, mi expresión fue: …coño la vaina está quedando bien… jajajaja.

Luego agregamos el resto de los ingredientes; la harina, polvo de hornear y todo lo demás.

Colocamos esa mezcla en un molde de vidrio refractario, que tenía muy poco uso hasta ahora, a 175°C el horno, solo faltaría espera 35 minutos para ver si había quedado como yo quería que quedara… a esperar.

Al minuto 25 vino la prueba del “palito de madera” Wow..! Que bizcocho tan suave y esponjoso… ya en ese momento quería sacarlo del horno por la emoción, pero todavía faltaban 10 minutos más.

Minuto 35 de cocción, es hora de sacar mi bizcocho del horno, de pana que se veía de un bueno total, pero todavía se debía esperar 5 minutos para sacarlo del molde. En esos 5 minutos se venía mi segundo reto de la tarde, la preparación de la Crema Chantilly, crema que en una oportunidad anterior no logre que obtuviera el punto de nieve, además de que le había agregado CMC para espesar y nada de nada.

Con las 3 claras de huevo en otro bol comencé a batir, pero antes de continuar debo decirles que aquí aprendí un truco de parte de mi hija Rosmelys para separar la yema de la clara del huevo, Rosmelys utilizo una botella plástica pequeña de agua mineral, la apretó un poco, acerco el pico de la botella a la yema y luego desapretó, la botella hizo la veces de una aspiradora y succionó solo la yema, fácil y sencillo.

Con batidora eléctrica a una velocidad media-alta, en la receta decía que en 10 minutos ya debía estar en un punto que al voltear el bol la crema no debía caerse. Al llegar al minuto 8 de estar batiendo y viendo que la crema no espesaba, llego la segunda ayuda de mi hija, tomo la batidora y siguió batiendo… Batidora en mano me dijo: …No te preocupes papi, a veces esto tarda más de 10 minutos como dice la receta... Luego de 10 minutos adicionales a los 10 de la receta y de agregarle el colorante rojo y la esencia de vainilla, logramos nuestro cometido, una crema espesa que no se venía abajo al voltear el bol. Obtuvimos suficiente crema chantilly para decorar todo el bizcocho.

Es increíble cuando obtenemos un resultado satisfactorio como influye esto en nuestro estado de ánimos, ver esa torta súper esponjosa, de un bello color y muy sabrosa al gusto me cambio la aptitud y me demostré a mí mismo que si soy capaz de hacer nuevas cosas y afrontar nuevos retos. Los excelentes resultados se logran con la práctica, casi nunca se obtiene un buen resultado al primer intento.

De una les cuento que ya estoy reuniendo los ingredientes para la próxima torta, la cual será para la venta… Se viene una convención para finales de mes y estoy planeando vender por pedazos mis tortas.

Luego les contaré como me fue con esa experiencia.