Una vez más las palabras sirven para invertir sentidos

Una vez más el gobierno cubano se inclina ante la moneda que siempre señaló como despreciable: el dólar. Y lo hace valiéndose de jugos con palabras que bien recuerdan a los personajes de Gerorge Orwell, aquellos animales de una granja que al rebelarse repiten el slogan de “cuatro patas bueno, dos patas malo”, pero cuando las cosas mejoran, sobre todo para los cerdos quienes ostentaban el poder, la frase cambió a “cuatro patas bueno, dos patas mejor”.

La verdad es que no pudieron esperar más, y ante la crisis económica y financiera, agravada por la radicalización del embargo de Estados Unidos hacia la isla, lo cual sin duda propicia una devaluación acelerada de la moneda nacional, ahora las autoridades cubana ponen en práctica medidas que colocan en primer lugar lo que siempre ha tenido valor real para el gobierno: el dólar y las divisas fuertes como el dólar canadiense, el euro, la libra, etc.

Del peso cubano, nada. Del cuc, aunque lleve impreso el slogan "Garantizado íntegramente por valores internacionales de libre convertibilidad", nada.

Entonces, surge la pregunta que remueve la bóveda del sentido común: ¿qué era el efectivo que teníamos, qué representaba? La respuesta es matemática: nada. O sencillamente muy poco, pues es obvio que resulta engañoso poseer una cantidad de esa divisa hoy mutilada.

El pasado lunes 21 del presente mes el Banco Nacional de Cuba autorizó la expedición de tarjetas magnéticas para cuentas en dólares y las divisas antes mencionadas, que serían operadas por personas naturales.

Tales tarjetas, serán las únicas válidas en la nueva red comercial, que ya ofrece electrodomésticos y otros productos a precios inferiores a los de las TRD (Tiendas Recaudadoras de Divisas), que son las tiendas que hoy aceptan el peso cubano y el cuc, las únicas monedas en las manos del cubano medio.

Como era de esperar, las tarjetas magnéticas de Banco Metropolitano, por donde gran parte de los trabajadores reciben su salario, no podrá usarse en las nuevas tiendas con nuevos productos.

Por otro lado, tampoco son admisibles las tarjetas expedidas a colaboradores, muchos de ellos médicos que han cumplido misiones en el exterior, a las cuales se les concedía un 30 % de descuento.

Así, el anuncio de que el dólar otras divisas tendrían curso legal en la isla ha sido un golpe para el peso convertible (cuc).

En el mercado negro, para muchos el verdadero, el dólar se cotiza ahora 1,13 cuc, que viene a sustituir el precio anterior de 0,95, de lo cual es testigo la plataforma online Revolico.com .

Los jerarcas cubanos (tal vez sería mejor decir la familia Rodríguez-Castro) parecen más interesados en llenar sus harcas con divisas fuertes, que detenerse en la gran cantidad de cubanos –más de la mitad- que viven por debajo del umbral de pobreza.

Tal es la conclusión del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) que en su estudio asegura que el 55,4% de los hogares ingresa menos de 100 dólares al mes en un país donde el salario mínimo es de apenas 16 dólares.

En ese sentido, el Observatorio aclara que uno de cada cuatro familias ingresa entre 50 y 100 dólares, mientras que algo más de un 12% no llega siquiera a los 20 euros.

Todo un panorama poco alentador para el cubano medio, el trabajador, ese que carece de “Fe”, o familiar en el exterior, con suficiente solvencia e interés para enviar fondos a la cuenta personal de sus parientes.

Hoy en día, en plena calle, en el interior de un transporte urbano, en cualquier aglomeración de personas, los temas de conversación giran alrededor de la siguiente pregunta: ¿y el trabajador, el que lo dio todo y se sacrifica por una utopía que se desmorona, el que no se fue… qué quedará para él? La respuesta cae como una maza sobre la frente: nada, para el que se quedó, no hay nada, solo eso, más sacrificio.

Mientras tanto, Su Majestad el dólar se abre paso entre las calles donde un barbudo que asaltó el poder en el año 1959 vociferó que se trataba de una revolución “de los humildes, por los humildes y para los humildes”.