Deja vu del 85

in #mexico7 years ago (edited)

Yo era muy pequeña, lo reconozco, pero estaba en el baño bien sentada en el trono de porcelana cuando primero escuché un rumor sordo , grave y luego todo se agitó. Recuerdo entonces que mi tío era un chamaco Rover Scout y fue la única vez que se levantó temprano y que en menos de cinco minutos ya estaba listo (bueno esa y cuando me llevaba a la escuela que le dije que lo esperaban las de prepa). Yo feliz (y jodona) pensé que me llevaría con él a su punto de reunión, en el Parque de los Venados con sus amigos. Estábamos en la Colonia del Valle de vacaciones.
Y no, no me dejaron ir al parque. Me dijeron que el edificio donde trabajaba mi abuela se había caído Había un silencio pesado y peligroso. Solo se interrumpía por silbatos y uno que otro grito. «Hay gente atrapada entre los escombros» no sé quien dijo eso, pero seguro ayudó a que calara en mi el quebranto de su voz.
Mi tío regreso como después de tres días, con costras de sudor y tierra, con el cuerpo cansado y la mente sofocada. No regresaron por voluntad propia, los habían mandado a descansar. Y al día siguiente, se levantó sin dar chance a pensar nada con el cuerpo laxo, le dolía ponerse siquiera shampoo, y antes de que le llamaran ya estaba de nuevo con su tropa.
Uno de tantos. Uno cercano.
Años después leí sobre el suceso. Años después me enteré bien y desde entonces mi tío, que ya era muy querido, se elevó a categoría de héroe para mi. Quien sabe que hizo, quien sabe que vio, pero no importa, porque se paró y no una, sino varias veces.

Teinta y dos años después (no saquen cuentas por favor, qué de mal gusto), mandaba mensajes por whatsapp con mi mamá. Habían internado a mi abuela y nos estaba pasando las novedades. Todo bien, pero hay que hacer no sé que tanta cosa, cuando escribió «Tembló, cabrón!». Estaban en el décimo piso del IMSS de Plan de Ayala.
Me había quedado con la idea de que en varios lugares iban a hacer simulacros en conmemoración. Pero mamá confirmó una vez más. Tembló, y horrible. Estaban evacuando a todos, incluso a la abuela. Todos, significaba todos.
Y luego las comunicaciones se cortaron. La luz se fue, un caos. Las fotos y la noticia empezaban a correr. No fue un temblor fuerte, fue devastador. Igual que el del 85.
En la ciudad de México se desplomaban edificios, había gente sepultada.
Poco a poco, como encendiendo velitas, se fueron reportando la familia y los amigos. Muy breve, porque las redes estaban saturadas y no había servicios. Un solo «estoy bien», o actualización en face me bastaba para tranquilizarme un poco. Y no solo a mi.
Yo que no lo viví tan cerca y que solo lo leí me causaba angustia. No me quise imaginar los demás.
La situación se agravaba, los edificios no terminaban de caer.
Sin embargo fui testigo de como la gente se volvió un un solo pulmón, un solo corazón. Respiraban y latían juntos.

Ahora, en esa misma casa, en la Colonia del Valle, le tocó a un primo, Oscar. Y aunque es músico y no un scout, también salió a la calle a ayudar. Con su casco y tapabocas ya forma parte también del panteón heroico familiar. También otros que andaban en labores de rescate.
Ya no eran unos cuantos, eran miles. La vida se detuvo y las redes explotaron, usándose para ayudar.
Aquí, allá, picos, palas, comidas, cascos, lámparas, agua, pilas...
Y México con su ejemplo conmovió a el mundo entero.

A partir del 19 de septiembre cantar el himno nacional mexicano, ya no será lo mismo, por lo menos para mí no lo será. No lo podré escuchar sin que se me apachurre un poco el corazón y se "meta una basurita al ojo".
"Un soldado en cada hijo te dio" ...
Ahí, cada uno de los voluntarios, rescatistas y gente que dona tiempo, fuerzas, el producto de su trabajo; como la señora que sacó un anafre y le puso más agua a los frijoles, el taquero, el médico, o el ferretero, los que organizan las donaciones y los centros de acopio, la que dijo que no podía salir pero que cuidaba a los niños de quien quisiera ir de voluntario, los que pusieron su casa, los que abrieron su Wifi, los que buscan formas creativas para incitar a la gente a donar, a ayudar, los que mueven información, los que donan, los que rezan (que no soy religiosa pero se les agradece)... etcétera.
México asombró al mundo entero con solo sus manos y su espíritu solidario. No hubo discursos, ni largos videos explicativos, solo el ejemplo de una nación que piedra por piedra ayuda, rescata, levanta.
Una nación que no se dejó caer y en minutos reculó y dio pelea. Ya había manos, picos, palas, gente en ropa de trabajo, pues todos tenían la idea de un martes cualquiera.
Nosotros que presumíamos de que nada nos mueve y nos descubrimos sensibles; nos emociona una vida, un gesto, una comida. Nosotros que nos juzgábamos unos a otros como nacos, clasistas, juniors, ladys y mirreyes, ahora nos reconocemos y aplaudimos con orgullo.
Recuerden eso cuando crean que ya es muy tarde para cambiar el mundo
Recuerden eso cuando sientan que las fuerzas les abandonan.
Recuerden eso cuando vuelvan a decirle a un joven apático.

Mexicanos al grito de guerra... IMG_20151216_110241794.jpg

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Hola @mokamisschievous! Veo que eres nueva en la plataforma, bienvenida al blockchain!
Y si, un suceso que nadie quiere recordar, pero que a pesar de las adversidades nos unimos y de granito en granito el costalito se lleno. Casi se me "mete una basurita" en el ojo...haha

También aprovecho para comentarte que te será de mucha ayuda pasarte por los posts de @lince y cualquier duda aquí estamos!
https://steemit.com/spanish/@lince/introduciendo-el-proyecto-lince-acciones-contra-el-plagio-y-abuso

Un abrazo!

Muchas gracias por el link me es muy útil, tenía (aún tengo) muchas dudas sobre la plataforma y apenas le estoy moviendo.
Un abrazo también

Thanks for sharing :-) @mokamisschievous I am following. Best of Luck !

Thanks! Best of luck to you too

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