"MIS CONFESIONES MÁS SECRETAS"
Él y yo nos miramos, hablamos y en cuestiones de un mes ya éramos pareja. Entre besos, caricias, unas agarraditas aquí y otras allá, hicieron que poco a poco las ganas de tener sexo fueran incontrolables y desenfrenadas. Sí. Tuvimos sexo. Fueron las mejores mañanas, tardes, noches y madrugadas de mi vida sexual. Solíamos tener sexo suave y romántico, eso en los que quedas extasiado de amor y locura (como se dice aquí en Venezuela te empepas, pues). ¡Por supuesto! Tuvimos sexo duro y salvaje, en estas ocasiones sientes que cada respiro, que cada roce de piel te quemara, te excita tanto que pierdes el control de ti y sientes que quieres más y más (en un momento de mi vida pensé que me volvería ninfómana). Pero al pasar de los años, aproximadamente 10 años (una de mis relaciones más largas), como ya saben la llama se apaga y las ganas se van a otro sitio o simplemente la costumbre se apodera de la relación.
Empezamos un domingo recuerdo claramente, jugamos la bomba. Este juego fue para romper el hielo y darnos ánimo a seguir adelante.
El día lunes aún me encontraba tímida, compré un antifaz y unas esposas, hice una combinación entre el juego del prisionero y el ciego. Llegué le coloqué el antifaz y las esposas, me monté encima de él, con un cubo de hielo en boca recorrí su cuerpo, sentía como su respiración aumentaba. Coloqué música le baile suave y despacio. Su deseo crecía y esto se veía. Mis movimientos chocaban su pelvis y él al instante me pidió que lo soltara que debía hacérmelo. Después de muchos años pudimos recordar lo que era tener esas ganas unas ganas que nos llevó a ambos al orgasmo.
El día martes, yo muy contenta me atreví un poco más, compré con ayuda de Gloria (mi amiga de la Sex Shop) unos aceites esenciales y un conjuntico de enfermera. Yo lo esperaba a él, le quite la ropa lentamente y empecé a darle un masaje. Le decía al oído es para que te relajes y disfrutes del momento. Él no aguantó dos pedida, tomó el aceite y me quitó el conjuntico.
Empezó a darme el masaje más erótico que he recibido. Tocó mi cuello, luego bajo a mis senos y poco a poco iba recorriendo mis pezones (¡dioooos! era algo tan bueno que con solo recordarlo suspiro), después bajo y llegó a mi clítoris. Para confesar, no pude más lo tomé entre mis brazos nos besamos, nos tocamos aún más y terminamos nuevamente… (Bueno no les voy a mentir, lo hicimos como aproximadamente 4 veces.)
Él miércoles, fue uno de mis favoritos, suelo ser muy competitiva en lo que hago, comenzamos a jugar STRIP POKER. Por supuesto yo gané, él termino desnudo. Nos reímos, me cargó, fuimos al cuarto y cerramos las puertas (YA SABEN EN QUE TERMINAMOS).
El jueves fue para darnos gusto con el sexo oral. Jugamos frío y Caliente. Yo preparé varias bebidas, unas a temperatura bajo ceros y otras que te hacían llegar al infierno. A él le tocaron las calientes y a mí las frías. Su miembro en vez de enfriarse, se calentó de tal manera que sólo logramos probar 2 bebidas.
El viernes fue totalmente para él, aunque yo lo disfruté bastante. Jugamos roles, hicimos un sorteo y salió la niña que se porta mal. Me disfracé de colegiala .Él inmediatamente me puso en la famosa posición perrito o en 4 me dio par de nalgada, tomó con sus manos mi larga cabellera y me dijo al odio, esto te va a gustar aún debería ser un castigo por portarte tan mal. Me volteó rápidamente rompió mi camisa de botones y sin esperar sujeto mis manos e introdujo lentamente pero con fuerza su miembro dentro de mí, grite de placer y para qué me “castigara” aún más mordí sus labios con fuerza, vi cómo se sonreía y esto me lleno de placer.
El sábado nos la tomamos más relajado. Fuimos al grano, jugamos con los dados y a confesiones. Cada uno lanzó 3 veces. Estos dados tenían diferentes posiciones sexuales. Con cada cambio de posición que hacíamos nos decíamos una confesión. Esto nos acercó como pareja y tuvimos una buena noche de sexo.
El domingo… buenooo debíamos descansar, ya eran notorias las ojeras y el sueño en el trabajo. Jugamos a sabores sexuales. Me encanta el chocolate y más aún si está en su musculoso y sexy cuerpo… ¡Ñomiiii me lo comí todito! Tuvimos un suave, dulce y rico sexo.
Está fue una de las semana en las que más disfrute. Descubrí que con la imaginación podemos obtener lo que queramos y sobre todo disfrutarlo. La semana siguiente nos adentramos con el Kamasutra y esa semana fue de risas, gemidos, gritos y de preguntas de los vecinos sobre si estábamos bien. Y yo conteste sin remordimiento, ¡ESTAMOS DE MARAVILLA!
