PAJAS MENTALES DE UN PUTO CÍNICO:LA DELICIOSA MALDAD DEL MUNDO LABORAL

in #spanish6 years ago

PORTADA PAJAS MENTALES DE UN PUTO C+ìNICO-1.jpg

-Gran sabio, tengo otra duda-.

-¿Y cuál es, mí pesado discípulo?-

-Es acerca de las obligaciones, los deberes cotidianos. Toda esa carga que el mundo me manda soportar sobre mis enclenques espaldas. Su peso resulta mortífero. No encuentro manera de ganarme la vida sin morir en el intento ¿Ha oído su excelencia hablar de la búsqueda de empleo? -.

-No.Y suerte que he tenido. Vivo en esta montaña, por encima de las vidas de los hombres: mi lejanía me permite no mezclarme con eso que llamáis realidad. Pero bien, estoy dispuesto a escuchar tus quejas. Al fin y al cabo, es mi deber a la hora de perfeccionar tu marcha hacia el cinismo.-

-Gracias maestro, procuraré describirle los hechos al detalle: espero tener un mínimo punto de talento para contar mis historias, pues estas son bastante tristes: aunque me hallo convencido de no llegar siquiera a la suela de sus zapatos en cuestiones narrativas, buen maestro-.

-Deja de lamerme el culo, pues utilizo el mismo para sentarme. Empieza a despachar esa historia tuya sobre la búsqueda de empleo, pues hoy me encuentro receptivo.

-Bien, allá va.

BUSCANDO CURRO: DESESPERADO POR ENCONTRAR COMO JODERTE LA VIDA

Una prospección en la vida moderna española: la búsqueda infructífera de empleo. Si al leer las líneas que siguen te sientes identificado, he de decir que siento por ti compasión. Las palabras siguientes serán descripción de tu avance hacia la realidad laboral, la desesperación y la madurez. ¿Y qué puedes aprender de este proceso? Pues… francamente nada bueno. La sabiduría que obtengas, solo te ayudará a la aceptación de vilezas ajenas, liberando tu mente de ridículas ingenuidades.

Zambúllete conmigo en lo desolador del universo.

La actividad laboral: sobre ella, habrás escuchado abundantes y resabiadas palabras, por boca de moralistas, opinólogos y cantamañanas de variada índole. La importancia del trabajo, también ha sido analizada desde un punto de vista ético: como elemento que contribuye a forjar personas nobles; con opiniones defensoras del deber de aceptar cualquier empleo por pestilente que sea.

Según los razonamientos hechos por estos expertos, vivir sin trabajar es de facto inmoral, y por ello, lo correcto es malvender tu vida asumiendo tragar mierda por todos tus orificios corporales. Todos.

A continuación, procederé a describir el proceso de búsqueda de tu primer empleo. Estamos en pleno año 2017: tú, eres un pringado absoluto sin experiencia laboral alguna, y entre tus pocas opciones, solo tienes disponibles ofertas de comercial y teleoperador. Ambas resultan odiosas ad nauseam, pero el oscuro abismo del paro consigue maquillarlas como razonables y atractivas.

Tras muchas vueltas en la cabeza, unos cuantos lavados de conciencia y diversos autoengaños, decides que es sano comer de todo. Probar el plato de comercial no será tu sueño, pero decides enviar el llamado curriculum a ver qué ocurre.

Un hecho inusual: has enviado el curriculum y has recibido respuesta: concretamente para una entrevista de trabajo. Es uno de esos trabajos que nadie quiere, pues poco cuesta lo que nadie desea.

¿Y cómo será esa entrevista? Bien, esta te será realizada por una mujer hiperarreglada y de sueños rotos, en la que solo sobrevive la esperanza de obtener un ascenso laboral. Como entrevistado, notarás el bombardeo de una ráfaga de preguntas chorras que buscan comprobar si eres adecuado para el puesto. Sospechas que, para superar dicho interrogatorio, lo más eficaz será comportarse como un perfecto cretino, y esta vez tus intuiciones dan en la diana.

Haces malabares con las mentiras, superas con éxito la entrevista y pasas al curso de formación para vendedores.
Empieza tu instrucción. En lo que sigue, serás víctima de una elegante lobotomía al tiempo que el ambiente circundante aparenta derrochar buen rollo. Tú cerebro, será poco a poco moldeado para digerir los funestos eslóganes de la empresa. Progresivamente, te irás transformando en un ciborg de las ventas, renunciando con ello a tu vieja personalidad y tus obsoletos principios.

Intentan convertirte en el comercial estándar. ¿Claudicarás?

Terminas el curso: pese a la influencia ejercida por el mismo, has conseguido mantener opiniones propias y no parecerte al resto de participantes. Sigues siendo humano, y conocedor de otras cosas más allá de endilgar productos y forzar sonrisas. Piensas que al convertirte en comercial dejarás de ser tú mismo, y el mentor encargado de formarte en las artes de la venta no hará otra cosa más que confirmar tus perspectivas.

¿Y cómo es ese mentor? Pues un vendedor con aplomo, ser encargado de aprenderte a caminar. Comenzará contigo las visitas, hará un hombre de ti. El personajillo en cuestión, posee excelentes dotes comerciales, un superior artificio y aún mayor ego. A su juicio, es quién lo sabe todo, amo y señor de su profesión. Conforme vas escuchando sus palabras, una visión terrorífica asedia tu mente: en ella, apareces tú mismo, unos años más viejo, siendo una réplica del susodicho.

La pesadilla es de tal calibre que esa noche no duermes.

Ves a tu mentor moverse en su salsa: molestando al prójimo y alardeando de ello. El objetivo de la empresa es hacer de ti una copia suya; un cínico encantador de serpientes; un persuasivo genio de la manipulación capaz de despertar envidia a Joseph Goebbels.

Él ya ha tirado los dados: ahora te toca a ti. Debes sembrar engaños y recoger clientes. Embellecer el horror con soberbias piruetas del lenguaje. Ese es tú destino inmediato. Aquello que te ha tocado hacer y haces. ¿Y cuál es el resultado? Pues una serie de fracasos que crees debidos a tu buen corazón-nuevamente, el autoengaño al rescate-.El trabajo empieza a quemarte, y una pregunta común a todos los aventureros empieza a rondar tu cabeza.

¿Por qué he aceptado este empleo? Tus visitas no logran encontrar ninguna respuesta convincente.

¿Y CÓMO SON ESAS VISITAS?

Estás en tu puesto de trabajo como comercial, satisfecho de colaborar un poco más en la podredumbre social.

Comienzas tu tour de visitas diarias: picas a timbres de casas ajenas interrumpiendo siestas vespertinas y broncas domésticas.

Vas ataviado con tu traje, vestimenta propia de funerales, creyendo tener una apariencia seria y formal-pero te equivocas-.Al otro lado de la puerta, vecinos observadores,- también llamados clientes desprevenidos- lanzan hacia ti y tu cuerpo graves miradas de desconfianza. Tú, deseoso de causar impresiones agradables, intentas romper esa fuerte barrera defensiva, ¿Y cuál es el resultado? Pues pérdida inmediata de su respeto y roce del portazo en tu nariz. Tú monólogo no ha merecido otra reacción del público más que el sonoro abucheo. Por otra parte, no te has esforzado demasiado en disimular que vendes algo. Tú frase de entrada ha sido:

-Buenos días. ¿Tienes un minutito?- frase capaz de cerrar todas las puertas y piernas posibles.

-No gracias. Aquí ya tenemos de todo.

Poco a poco, el pesimismo se va haciendo fuerte y termina por dominarte. Tú falta de éxitos derrumba en picado tú autoestima, y te engaña cuando piensas que has tocado suelo. Ante la horrible situación, empiezas a tirar de borderío crónico para ver si algún desgraciado se anima a comprarte algo. Estas serán las peores frases que usarás en esta etapa:

“Pero que ocurre, ¿En esta casa no leéis nada”-si lo que vendes son libros-.

O los siempre bienhechores promotores de una ONG que ante tu negativa dirán:

“¿Pero es que te da igual la tragedia de estos niños? "

Tales innovaciones captando clientes, harán que alguna vez que otra te veas obligado a llamar a la policía, pues el miedo a que te partan la cara irá ascendiendo raudo y veloz. Es posible incluso, que algún cliente se arremangue y pase a la praxis violenta. Tú entonces, convencido de que la razón no está en tu bando, pondrás pasivamente la otra mejilla o incluso colaborarás con tu agresor.

Está claro que vender no es lo tuyo: pero no has jugado aún tu último as; la última joya a empeñar. Desesperado, desciendes un poco más en tu camino hacia el abismo, decidiendo emprender la práctica de estafar viejecitas inocentes.

Visitar ancianas solitarias: ¿El nuevo El Dorado? Respuesta afirmativa incuestionable, si la tuya es una mente comercial orientada a objetivos ¿Qué es lo que haces? ¿Estafar a mujeres víctimas de la soledad y el abandono? Un término muy feo ese…usa mejor oportunidad por explotar; marco abierto a posibilidades. Debes saber que los eufemismos son grandes amigos a la hora de dulcificar verdades horrendas.

Así que ya sabes: si tienes un colmillo afilado y listo para clavar el diente en desgracias ajenas, visita a estas viejas damas presas de la soledad y la angustia.

Llamas al timbre. La anciana-la presa, la gacela- sonríe al verte y te ofrece pasar. Incluso te invita a un café. Ambos estáis en una nube: ella, asombrada de tener visita humana; y tú, de dar con alguien que no te saca de su propiedad a empujones-o balazos-.Un momento soñado por ambos. Tras ponerte cómodo en su sofá, esperas con paciencia a que traiga el café prometido. Mientras, analizas tu táctica.

La mujer es una señora muy simpática, pareciendo más bien ella quién busca agradarte a ti. Empieza a hablar: sus hijos y nietos se llevan el grueso del protagonismo. Aguantar su conversación, hace que tus cenas navideñas parezcan agradables-una prueba de la existencia del karma, lo que ganarás en tu estafa, lo pagarás en aburrimiento-.Te describe, con demasiados detalles, el amor que siente hacia su familia, pese a tacharles de miserables repetidas veces. Es también posible, que uno de sus temas favoritos sea su marido muerto, llamado seguramente Agustín, y del qué sientes ahora mismo envidia por estar cómodo en su caja de roble.

Asientes con indiferencia y luchas por orientar la conversación al campo comercial, pero ella te dribla con un movimiento rápido y consigue enseñarte su viejo álbum de fotos. El olor a NO-DO desprendido, te provoca mareos e incontinencias varias.

Justo cuando llegas al borde del colapso nervioso, consigues convencerla de que firme el maldito contrato.

Enhorabuena ¡Ya eres oficialmente un timador! La conciencia te corroe, pero no pasa nada, porque lanzas con brutal hipocresía un razonamiento alternativo: en realidad no has estafado a la anciana, sino que le has regalado parte de tu tiempo; y respecto a la comisión obtenida, mejor que derroche su dinero favoreciéndote a ti en vez de compartirlo con aquellos que la abandonan de esa manera.

Tu propia mente es consciente de que esto no cuela y, sabes, tendrás para ti un lugar VIP reservado en el duro infierno.

Y AL FINAL…

Han pasado ya los dos meses de tu período de prueba. El capullo de tu jefe comprueba tu cuenta de resultados, dedicándote unas pocas palabras:

-Esto se aleja de los objetivos marcados.

El despido es inminente, y en breves se tornará oficial. El desempleo te permitirá hacer penitencia y arrepentirte de tus horribles pecados. Vivirás un tiempo tranquilo, hasta que la pobreza esparza de nuevo la semilla de la angustia y debas reengancharte malamente al mundo del trabajo.

Sort:  

Gran recorrido sobre el mundo laboral y sus penumbras. Hay que invertir en criptomonedas y vivir con un daiquiri en la mano en plena playa paradisíaca. :p

Este post ha sido propuesto para que lo vote Cervantes. Saludos.

Un placer compartir mis pensamientos con vosotros.

Interesante. Descarnado y renegrido. Me ha gustado porque está razonablemente bien escrito, aunque los vulgarismos lo afean un poco y le restan algo de seriedad.

Los vulgarismos son parte del estilo.Este tipo de textos de vez en cuando los necesitan.Gracias por comentar y leer.

Qué razón tenía Lafargue. Aún recuerdo mis intentos de convertirme en timadora profesional, lo llamaban venta, no duraba más de tres días en esas actividades, mi conciencia tampoco me dejaba dormir. Como decía Fernán Gómez: “¡a la mierda!”.

Coin Marketplace

STEEM 0.28
TRX 0.12
JST 0.033
BTC 61691.46
ETH 3047.50
USDT 1.00
SBD 3.88