Para cerrar una serenata...

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Confesión con propuesta
I
¿Sabes que me gustaría?
tenerte de madrugada,
a mi lado recostada
cuan dichoso yo sería.
Muchacha me encargaría
de que sientas el valor
que le doy a tu calor
y a los tonos de tu risa.
Hagámonos con la brisa
un sonido, un rumor.

II
Si me quitas la cobija
tranquila no pasa nada.
Mujer, no estes apenada
si tu pelo se ensortija.
Mi vida se regocija
por eso precisamente
y es que es más que suficiente
tu mirada, mi apogeo.
Mi mas profundo deseo
es tenerte aquí presente.

III
Cuando tengas complicado
el momento en el que estás,
muchacha no esperes más
y acercate hasta mi lado.
Mira, te tengo guardado
un cariño de emergencia;
con comprensión y paciencia
disponible a la ocasión,
refugiate corazón,
justo aquí con mi presencia.

IV
Aquí está lo que yo tengo
lo mejor de mi te doy;
acéptame como soy
a darte cariño vengo.
Un perrosaurio realengo
se ha encariñado contigo.
El sueño que yo persigo
requiere de tu respuesta
y aquí tienes la propuesta:
Seamos más que solo amigos.

¡Rawrf!