El camino de las pequeñas decisiones

Pensar, hacer, reflexionar.

Tópicos necesarios en el accionar rutinario de la vida humana y su desarrollo de acuerdo a nuestras expectativas.

Sin embargo, existe un sin fin de ocasiones en las que nos vemos tomando decisiones sin ninguna evaluación previamente razonada ante la lógica; decisiones que, sin más, tomamos. Como tomar el ala izquierda o derecha de una plaza al transitarla. La simple decisión de escoger una de las variantes, las cuales nos conducen al mismo destino según lo planificado, podría hallarnos en situaciones completamente diferentes en el trayecto.

Puedes, fácilmente, al encontrarte esperando el bus, cansarte de esperar y caminar hasta un sitio donde hay mayor afluencia de buses. Puede, fácilmente, que de camino encuentres a alguien conocido, puede ser alguien a quien tenías mucho tiempo sin ver, alguien a quien quieres o que nunca te cayó bien. Puedes cruzar la acera para evitarlo, puedes tener otro encuentro sorpresivo. Puede que en esa otra acera un sujeto te tropiece y te haga soltar todos los papeles que llevabas, dañando un documento valioso sin el cual perderías el tiempo en tu destino.

Todas estas variantes, desprenden de la sencilla decisión de : me cansé de esperar, caminaré. Igual llegaré a mi destino.

Algunos lo llaman casualidad, otros causalidad porque les gustó Matrix, muchos lo llaman destino.

Escojo llamarlo realidad.

Quizá estamos en una gran telaraña y cada uno de nosotros va tejiendo la red con cada pequeña decisión, coincidiendo perfectamente con las de los "ajenos". Y de alguna manera, al final, todos terminaremos en el centro.

(Fotografía: Presas Autoría: @miguelarl)