Seres vacíos.

Sin darnos cuenta poco a poco nos hemos convertido en seres sin alma,
vacíos, carentes de sentimientos.
Nos convertimos en esclavos de lo cotidiano,
nos dejamos sumergir en un mundo carente de sentido.

Nuestras ilusiones fueron exterminadas,
nuestras metas fueron pisoteadas,
de nuestros sueños se burlaron.

Ahora sólo vemos cada día como uno más
de nuestra sombría realidad,
ahora nuestra vida consiste en tratar de sobrevivir
en lugar de regocijarnos por nuestros
buenos momentos.

Perdimos la cualidad de ver lo más bello
en las cosas más simples,
perdimos la cualidad de buscar un sentido natural a
nuestras acciones, a nuestra vida.

Ahora somos unos tristes seres rotos
que deambulan por las calles de una ciudad.

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