Un ratón enamorado

Engañaba con su brillo las miradas, algunas veces enamoraba.
No quería visitas inesperadas, ni pies grandes en sus cráteres gigantes.
Solo que le regalaran, salchichas de moho con pasas para comer en las mañanas.

Unos olfatos la seguían cada noche, admirando junto a ella las constelaciones
Era un ratón de pelo largo con ojos inflados, que comía macarrones ahumados.
El roedor salto y salto, siempre al suelo se precipitó, la vida se le desencanto, y anciano un día despertó.

Una noche de niebla verde, su cuerpo cansado voló de repente.
Llego a la encantada Luna, y en ella planto cacahuates con ajís verdes.
Ya no era parte de los vivos, volaba feliz entre grandes abismos.
Había perdido la vida, hoy con la luna esta y la falta de oxígeno no lo afectara.

Un extraño sueño de un ratón, amar a la luna con el corazón.
Disfruta en la oscuridad, desde lejos lo podemos apreciar.
Algunos dicen que parece un conejo blanco, pero es en realidad un ratón de pelo largo.

El ratón de pelo largo mirando a su amor.

Un día, hacia ella voló.

Ya no mira a su amor, está arriba, es parte de ella.

Créditos texto y fotografía: Margarita Palomino