El prehistórico filtrador

Hacía falta en mi vida, un individuo que canalizara mis melancolías, para que desaparezca los malos ratos y yo pueda sonreír con encanto.

Debía ser grande para que todo soportase, del color esperanza para que se camuflara en las matas, con dientes afilados para triturar los eventos macabros y vegetariano para que no devorara a Waldo.
Entonces recordé los dinosaurios, son gigantes y con buen olfato, será un acompañante ideal, con quien compartiré zanahorias, pizza, lechuga y de más.

No es un dinosaurio cualquiera, tiene el alma demasiado buena, filtrará las malas energías y las convertirá en impulso y alegría. Todos deberíamos tener uno así, donde enviemos la tarde gris, para que de repente el cielo se abra y salgan los rayos de la esperanza.

Don zarigüeyo y Waldo me colaboraron, también dramatizaron un rato, cortaron las extremidades, mientras yo decoraba otras partes.

No lo había terminado, pero ya lo estaba admirando, es un ser hermoso, que regresó de tiempos prehistóricos.
Cosí mal sus ojos, me reproché con enojos , lo abracé y me sentí bien; en ese momento tuve la seguridad de que mi idea iba a funcionar.

Les presento a:
Crisarex,
filtrador de malas energías y protector de la felicidad.

Después de un largo día, quería una merienda rica, una zanahoria le compartí y Crisarex se puso feliz. Este fue nuestro día, entre costuras entretenidas, inventa tu filtrador para que el ambiente esté sano a tu alrededor.

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