Spanishchallenge 14 entrada #1- El que persevera alcanza

  El canto de un gallo era la señal de que comenzaba un nuevo día en la vida de Luis, un joven de veinte años, alto, atlético, con su cabello color azabache como el de su padre al tener su edad. Nació en un pueblo llamado San Juan, desde pequeño ayudó a sus padres con los deberes de la granja en la cual vivían. 

  Sus padres, Carmen una mujer campesina y José un criador de ganado, siempre han vivido en este pequeño pueblo, el cual, tiene acceso limitado a los estudios, por lo que ni ellos ni su hijo Luis han tenido el privilegio de estudiar, aprender a leer o incluso a escribir. 

  Carmen deseaba un mejor futuro para Luis, quería que estudiara y conociera el Mundo. Por ello, poco a poco con lo que ganaban de la cosecha o la venta de ganado, fue ahorrando para así conseguir que Luis viajara a la capital y luchara por sus sueños... Y que al fin, conociera el Océano, ese del que tanto le escuchó hablar desde pequeño.

  Este día, que comenzó como un día cualquiera en el que Luis se despierta con el cantar del gallo y luego de un rico desayuno, comienza su arduo día de trabajo. Primero ordeñando las vacas con las cuales siempre le ha gustado charlar, como si ellas lo comprendieran, hablando sobre cómo algún día él saldrá de ese pueblo para ser una mejor persona, y conocer ese tan anhelado y hermoso Océano que ha escuchado en las historias de aquellos citadinos que viajan de vez en cuando al pueblo. 

  Lo que Luis no sabía, era que ese día al fin conseguiría ese cambio que tanto deseaba, pero con una mala noticia...

  Hace algunos meses, Carmen visitó al médico del pueblo debido a un gran dolor en el pecho. En esa consulta le detectaron que tenía una cardiopatía muy avanzada, por lo que ya no había forma de curarla, sólo le quedaba disfrutar de sus últimos meses... Ella no quizo contarle a su esposo ni a su hijo para así no preocuparlos, aunque el Doctor le recomendó mantenerse en reposo. Ella siguió durante meses trabajando con una meta... Conseguir el dinero para Luis.

  En la tarde, mientras Carmen estaba en la cocina le dió un mareo y comenzó a sentirse muy mal, hasta que se desmayó. Al despertarse estaba en su cama con el Doctor examinándola, su hijo y esposo la observaban muy preocupados, ella sabía qué significaba esto, ya le quedaba poco, les pidió que la dejaran a solas con Luis.

  -Hola madre, ¿cómo te sientes? -preguntó Luis preocupado

  -Ay mi niño, si supieras... -respondía Carmen con tono triste

  -¿Qué madre? ¿qué tienes? -su voz era temblorosa

  -Mi niño, mi Luis, me quedan pocos días de vida, quiero aprovechar este momento para decirte que he estado ahorrando algo de dinero para que te vayas a la capital mi niño. 

  -¿Qué? ¿de qué me estás hablando? -dijo algo conmocionado

  -Tengo una cardiopatía severa, no quise decirles para que no se preocuparan por mí. Lo que me importa eres tú, en la mesita de noche, dentro del cajón, allí encontrarás el dinero suficiente para tu viaje a la capital, quiero que te vayas mañana y que luches por tus sueños mi niño.

  -¡Mamá no es posible! ¡alguna cura debe existir! -dice Luis exaltado y triste

  -No mi niño, ya es muy tarde, hazme caso y véte mañana, hazlo por mí.

  -¡Mamá no digas eso! -dice llorando

  -¡Hazlo Luis! 

  -Lo haré, por ti... Te amo madre -dice con voz triste

  Al anochecer, Luis se acostó en su cama con muchos pensamientos en su cabeza, con dudas... ¿Debo ir a la capital o quedarme junto a mis padres?-se preguntaba. Realmente ésta sería una larga noche para él, una noche donde debería tomar la decisión del rumbo que ahora tomaría su vida. 

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  Cómo es costumbre, al amanecer cantó el gallo y Luis se depertó, este día sería diferente, tenía sentimientos encontrados, estaba nervioso por lo desconocido, triste por irse del pueblo donde nació, aun dolido y preocupado por la salud de su mamá y por el peso que ahora recae en su padre, al tener que mantener la granja en buen estado él solo.

  Al desayunar, fue a despedirse.

  -Hola madre, ya estoy listo para irme...-dice con voz triste

  -Hola cariño, ve y que Dios te bendiga, alcanza tus sueños.

  -Te extrañaré mucho, a los dos *abraza a sus padres*

  -Y nosotros a ti, mucha suerte cariño... Y recuerda, el que persevera... Alcanza.

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5 años después...

   Al atardecer, a las orillas del Océano en el puerto, Luis comenzó a pensar en sus logros, recordó cuando debía despertarse al oir el canto del gallo, de sus charlas con las vacas, de su madre que siempre fue muy trabajadora, cariñosa y excelente persona. Lamentablemente, un mes después de su llegada a la capital, le notificaron esa terrible noticia de que su madre había fallecido. Fueron momentos muy duros en su vida, en los que dudó de si en verdad valía la pena quedarse a vivir en la capital. Pensó en su padre y sintió que debía regresar para ayudarlo en la granja, pero recordó que le prometió a su madre que saldría adelante para un mejor futuro... Lo consiguió, hoy en día luego de trabajar fuerte para poder cursar sus estudios, se compró un pequeño barco que llamó Carmen en honor a su mamá, en el cual transporta parte de lo que es producido en la granja de sus padres, y así mientras trabaja, conoce el Mundo cumpliendo su sueño y el deseo de su madre.   

  Hoy, al mirar hacia ese enorme Océano, infinito, hermoso, se levantó y vió como pasaba una bandada de pájaros y dijo al cielo... "Si, es cierto madre, el que persevera alcanza".