Microrrelato: Presencia
Me acosté tarde y tampoco no logré dormir rápidamente. Mis ojos estaban tan fijos en la puerta semiabierta de mi cuarto y aquello me atormentaba. Siempre tuve miedo de fantasmas y almas malignas por toda mi vida, y a un solo ruido, lo más pequeñito de todos, me ponía con los pelos al alto de tanto pánico. Unos largos minutos después, como no podría dormir, decidí cerrar la puerta y volví a la cama. ¡Qué alivio! Embarqué en una noche de sueño calma y tranquila. Finalmente, el reloj despertador sonó sacándome de la cama y de mi viaje onírico. Ya era hora de prepararme para el trabajo. Como era increíble el poder benéfico que la luz del día tenía al disipar todos los miedos y sentimientos imbéciles sobre fantasmas y tonterías satánicas. ¡Me reí de mí mismo! Apagué el despertador y fui rápido al cuarto de baño sin notar que la puerta del cuarto estaba otra vez semiabierta.
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Autor de la obra literaria: @manandezo
CHAAAAN CHAN CHAN CHAN CHAAAAAAAAN. Genial, amigo JAJAJAJ. Sígueme si estás interesado en fotografía y escritura, te acabo de seguir.
Gracias por el comentario @fakj94! Abrazos!