Concurso Cervantes: 9ª Entrega

La suavidad y dulzura de sus movimientos recordaba al sigilo de una gacela acechando a su cena.

-Mamá -taconeaba con la izquierda- ¡yo quiero bailar! -taconeaba con la derecha.

Desde su más tierna infancia recorría las calles de puntillas, volteaba sin parar, danzaba, taconeaba, tarareaba. Era un espectáculo andante y daba gusto admirar la graciosidad de su caminar.
Al son de palmas y taconeo creció y fue perseverante en su sueño.

-Mamá, ¡yo quiero bailar!

La madre se preocupaba por su porvenir. Mi amor, la vida del artista es muy dura. Te menospreciarán, te insultarán, se reirán de ti. Solo si llegas muy alto te respetarán y adorarán, le decía.
Pero no cesó en su empeño y fue constante hasta el punto de dejar atrás su ciudad, familia, amigos, hogar. Bailaba 10 horas diarias, sus pies comenzaron a tener lesiones crónicas, sus gemelos eran caprichosos, sus brazos tendían a muscularse en exceso dañando la estética bailarina.

Llegó su gran oportunidad. El amigo de un amigo de un socio importante se interesó en sus perfectas coreografías y le pidió la exclusividad que exige un amor brujo.
Su madre continuaba preocupada y más ahora que no lo tenía tan cerca. Sin embargo había algo que no cambiaba, en sus llamadas siempre le recordaba:

-Mamá, ¡yo quiero bailar!
-¡Si ya lo haces!

Conoció a mucha gente en su camino, y la que le queda por conocer. Pero hubo alguien muy especial, alguien que compartía su pasión por el baile, por sentir la música en la piel, y por interpretarla con la armonía del movimiento perfecto. Ella se llamaba Sara. Decidió unirse a ella por el bien del flamenco.

A José Serrano no le importó la opinión de aquellas personas que apreciaban el arte flamenco. Como siempre mantuvo, él quería bailar, y bailó.

Bailó y demostró que un hombre puede taconear, contornearse, palmear y sentir la música, y ser mundialmente admirado por ello. Hoy día es considerado un referente del baile masculino.

Ha llegado muy lejos pero siempre ha llevado a Córdoba en su corazón, a su mentor Antonio Mondéjar, y sobre todo a ella, Sara.
.
.
.
Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses