Sobre unas gafas
¿Y eso?
- Una gafas
- Ya sé que son unas gafas, hasta ahí llego vale? pero no sé, no son tus gafas
- Lo dices porque son lila? Bueno he decidido cambiar mi estilismo
- Deja de vacilarme ok?, mira si no me lo quieres contar no me importa, nunca te pedí
explicaciones y ahora, con menos derecho que nunca. - Tu lo has dicho, no tengo que darte explicaciones
El silencio duró, lo que tardó el ordenador en empezar a atronar su sinfonía de ventiladores
disipadores, bips de placa base y sonidos de encendido. - Bueno a ver que es eso no?
- Pues lo de siempre, chorradas y mas chorradas
- Ya pero tu sabes, que cada vez que recibo una notificacion me pongo nerviosa
- Bueno es siempre igual...
- Ya pero tu eres el que entiendes de eso
- Con el tiempo que llevas, ya era para que lo manejaste algo
- No empieces, eh! Bueno que cuentame, hace tiempo que no hablamos, como te va con la
chica de las gafas? - La chica de las gafas?, ¿Cómo sabes que era una chica?
- A ver lilas y de ese tamaño...
- Bueno no todos los gays son grandes eh, y fijate además son cuadraditas, que tía iba a llevar
eso... - Si claro cuentame otra, tu gay y yo monja, en fin se ve que no sueltas prenda, estáis juntos o
que? - Que dices por dios! Estás siempre frita por emparejarme!
Un silencio incómodo como de ascensor, se instaló entre los dos. No duró un minuto, de
repente la mano con el automatismo que solo dan los años se deslizó entre sus piernas,
durante tres segundos no pasó nada...
(Ilustración obtenida de Pixabay.com)