Retazos de una infancia.Los padres

in #spanish6 years ago

Nuestra madre, era también especial cuando veía que nuestras peleas de chicos contra chicas amenazaban con devenir en guerra fratricida, siempre venía con grandes ideas, recuerdo por ejemplo cuando tocaba tarde de espectáculos, nos hacía vestirnos con ropajes viejos de un baúl heredado de algún tío que partió a las américas a hacer fortuna e interpretábamos clásicos adaptados por mi madre, tan pronto nos hacía recitar el romancero viejo, como se arrancaba por muñeiras.

Recuerdo su voz poderosa con un mantel de esos de tele gruesa sobre los hombros:

Las huestes de don Rodrigo desmayaban y huían
cuando en la octava batalla sus enemigos vencían.
Rodrigo deja sus tiendas y del real se salía,
solo va el desventurado, sin ninguna compañía;
el caballo de cansado ya moverse no podía,
camina por donde quiera sin que él le estorbe la vía.

También jugábamos a enviarnos notas a través de los cordeles, la casa, era una c de la mitad de la planta y el tendedero daba al cuarto de estar, nos íbamos retando en notas y adivinanzas y el que iba ganando, iba tirando de uno de los cordeles donde cogidos con pinzas, estaban cogidos nuevos retos, dibujos o quizás un desafío...la verdad que ahora que lo pienso, tenía vena de artista.

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Nuestro padre, era de jugar menos, pasaba muchas horas en el banco, que por suerte ocupaba la planta baja del bloque, a lo más que jugaba era a juego de cartas con nosotros, en los que siempre ganaba y ganaba. Ya de más mayores, nos dimos cuenta que hacía trampa descaradamente aprovechándose de nuestros amor paterno filial y nuestra inocencia infantil, cuando ya un poco más mayores, se lo decíamos en cuanto le veíamos trampeando, nos respondía:

¡Siempre hago trampas, lo mío es el puro engaño!

Ya de mayor, en las vueltas al pueblo, las tías más jóvenes que quedaron de la familia, nos contaba que nuestro padre siempre había sido un confabulador nato, trabajaba como todos los hermanos en el bar de nuestros abuelos atendiendo la barra, a todo el borracho que llegaba a purgar los salobres disgustos del mar, pero sus hermanas, nos contaban que no saben cómo se las ingeniaba que sacaba entre mesa y mesa espacio para ir estudiando los apuntes que le pasaban los amigos, el caso es que se fue sacando los estudios, por la noche, haciendo horas y agudizando el ingenio y así había podido llegar a director de banca.

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Otras de las anécdotas que nos contaban, era cómo había conocido a nuestra madre, nuestro padre como buen hombre, se enamoró perdidamente de una chica de una población no muy lejana, pero en la escarpada costa gallega, implicaba trayecto en tren para llegar al poblado de su amor. Nuestro padre, era pobre como una rata, no tenía dinero para ir a ver a nuestra madre, ni mucho menos para convidarla al baile, triste manera de que se prendiera la llama, pero, no lo olviden, era avispado, en connivencia con sus amigos del barrio, retaban a los viejos de la taberna a partidas de cartas, donde llegado el momento, padre, con una habilidad e ingenio asombrosos, hacía literalmente juegos de magia para llevarse las manos y dejar a los pobres parroquianos desplumados. Con esas magras ganancias, daba para tren y agasajos, así era mi padre.

Respecto a los juegos, mirad que curioso, al igual que mi madre inventaba teatrillos y mil maneras que estuviéramos ocupados, mi padre combatía nuestra violencia extrema con más violencia, ahora me explico, no es que nos pegara, no, pero nuestros juegos, tenían un momento culmen en el que yo con mi hermana a horcajadas, luchábamos con los dos chicos(uno a caballo otro montado) y como yo era más grande y mi hermana también, siempre terminamos apalizandolos,

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Mi padre, se subía a horcajadas a los dos chicos, y me retaba, me miraba muy serio y se iba cabalgando hacia mi, hasta poner su cabeza enfrentada a mi cabeza, no podía moverme entre la risa y la fuerza que mi padre ejercía, entre tanto los hermanos liberados de mi apalizaban a la menor con deleite hasta que nuestro padre, con un basta ya, daba por finalizados nuestros salvajes juegos.

Puedes leer un post anterior relacionado aquí [https://steemit.com/spanish/@maastro/reisxina-retazos-de-una-infancia]

Gracias por pasarte

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Estas historias atrapan @maastro
Un abrazo!

Tambien había “tecnología” en los juegos. Ese teléfono con vasos y cordeles era una pasada.

Está claro! Yo he jugado a eso y mil cosas más que no me acuerdo, la era de lo material, llegó después...

Que especial tener recuerdos tan bonitos de la infancia con tus padres, estarás de acuerdo conmigo en que eres muy afortunado. Gracias por compartir estos momentos con nosotros @maastro

Gracias por volver, se te echaba de menos

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