El final

El invierno en Málaga tiene cosas como está, las mareas están altas y parece que todo se acaba, pero los antiguos, lo tenían claro, está estación es un nuevo comienzo, la vida empieza a germinar a partir de estos gélidos días.

Recuerdo un dicho de mi abuela que decía "Pasado Enero, se pasa el año", son los últimos coletazos de reajuste de la naturaleza, no todos lo resisten, ella fue un caso, pero la vida siguió su curso para los que quedamos y febrero, nos saluda con otro dicho " En febrero se espurre el obrero" que no es más que la constatación de que lo peor ha pasado ya.

Aún inmensos en esta entrada de año, se hace curioso ver una ciudad que es de una forma con el calor y de otra tan antagónica con los fríos, pero siempre moderna siempre buyente de vida.

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