10012018

Después de las fiestas, y la salvaje reincorporación a mi día a día con una charla formativa, frente a un auditorio lleno(por no decir, del salvaje cambio climático de un día para otro de sol a lluvia y frío polar), toca la reincorporación a la cotidianidad del trabajo del día a día del trimestre. Despojado de la Visa por el súbito rajamiento por parte de la compañía el BTC y el SBD bajando y sin expectativas de solución, al menos al corto plazo, pues se afronta la realidad en su cara más descarnada, hay que seguir, como dicen los anglosajones, luchando por el pan y la mantequilla día a día.
Recuperada la televisión después del incidente que supuso, sin yo saberlo(al menos de forma consciente) el haber estado casi doce años(han faltado escasos cuarenta días) con la señal pirata de televisión del PTV, bueno no hay mucho cambio de una cosa a la otra, la verdad que la oferta de televisión por cable para los que no somos futboleros no dista mucho de los canales en abiertos de los canales de pago más convencionales(lo de movistar plus, eso es otra cosa, está claro), es decir la misma mierda básicamente. Telepredicadores, reposiciones y canales de películas sonrojantes, lo dicho, nada que añorar.

Foto propia

Viendo la tele, me da por pensar, en Puigdemont, omnipresente desde su fuga a Bruselas, como una nueva atracción turística de la ciudad, la gente lo para, conversa, y se hace fotos con él, ya no es sólo el parlamento europeo o el famoso manneken pis, cualquier día al mirar en tripadvisor, que hacer o ver en Bruselas, vendrá el hacerse una foto con tan estimable señor de peinado imposible y lengua procaz..
Una de las cosas que mas me gustaban del post navidad, es el arramplamiento de los dulces navideños ultrarrebajados el día después de las fiestas, como por ejemplo, el caso del roscón de reyes, este año, ha sido imposible, no había en el 90% de los sitios y supermercados que he acudido en busca de la rebaja del rosco,los pocos lugares que lo tenían, presentaban una rebaja muy tenue, que hacía desaconsejable su compra, al ser un dulce tan perecedero y el tamaño que tenían. Este año, el principal damnificado, por lo que veo, ha sido el panettone, uno de los muchos dulces que no termina de calar en el gusto español. Complemento: Ayer fui al super, y encontré otro damnificado, las cajas de mantecados de dos kilos de Estepa, al ridículo precio de cuatro euros..la tentación es enorme y más después de unas navidades si abuso de los dulces.

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Esta mañana, he leído una noticia que me ha dejado estupefacto, bueno resulta que un buen señor que es nutricionista, ha colgado un video de su hijo, él dándole el desayuno y bueno pues le había puesto el hombre un tupper de garbanzos cocidos. Parece ser que hay gente que ha puesto el grito en el cielo, e incluso le ha denunciado, por no darle leche con galletas...Me da miedo, ese furor atávico de lo que es diferente, a ver, nutricionalmente, darle legumbres a un bebé por muy chocante que nos parezca, es infinitamente mejor, unos garbanzos, un aguacate, no se, ¿dónde está escrito que haya que desayunar dulce? Es más, hace no tantos,años, hablamos de nuestros abuelos, el desayuno, como tal, no existía, a lo sumo se consumían las sobras de la cena, el dulce se comía después de las comidas o en las celebraciones, a la vista está que la gente antes, no tenía las tasas de obesidad que gastamos ahora, pero ese, es otro tema.

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Había una noticia de un astronauta japonés que está en la estación espacial y bueno parece ser que se le ocurrió decir que había crecido nueve centímetros en el tiempo que lleva, allí, no le di más importancia al asunto por el tema, de que bueno, se que en ausencia de gravedad pues la estructura de la columna cambia y demás. Al día siguiente, he leido que el pobre hombre ha tenido que salir, a retractarse y todo, que realmente había solo crecido dos centímetros y pedir perdón… No entiendo nada, qué está pasando en este mundo, ¿Qué fue del sentido del humor? Igual no le pega, porque entendemos que los japoneses son muy serios pero leches, hasta el extremo de tener que pedir perdón… vivimos momentos absurdos.