Adicciones, dependencia y amor.
Ya se que poner en el título las palabras "adicciones" y "amor" puede resultar algo confuso, pero como ya sabéis el amor es algo complicado de entender. En este post no hablaré de adicciones, sino de las causas de las adicciones, de las emociones que nos hacen vivir una adicción y de la importancia del amor en todo ello. Espero que os guste!!
La primera vez que oímos hablar de adicciones seguramente fuese sobre drogas, pero aquí hablaré sobre cualquier tipo de adicción. Casi siempre hay un factor emocional detrás de ellas. Se puede generar una adicción a casi todo lo que nos rodea: sustancias, relaciones, hábitos, conductas y hasta pensamientos. Todo lo que está relacionado con nuestra experiencia es potencial de convertirse en una adicción. Pero no hace falta decir que todo está sujeto a la dualidad de que nada es malo ni bueno por completo. De todo se puede extraer un aprendizaje, pues siempre hacemos las cosas por y para algo!
Podemos decir que hay adicción cuando existe dependencia. Y dependencias puede haber tantas como gustos y colores. Podemos depender de la opinión de los demás para tomar nuestras decisiones, podemos depender de nuestra pareja, de nuestro trabajo o hasta de nuestros padres para madurar. Cada dependencia nos quita algo de libertad, pero lo que importa es la emoción que nos da la adicción. Cuando se genera dependencia, la emoción que se quiere evitar es la complementaria a la que nos da la adicción y será la que nos impida madurar o aprender.
Siempre hay algo que nos impulsa a hacer cosas. El deseo, la necesidad, da igual el nombre. Yo siempre lo llamo AMOR. La necesidad de amar y ser amado es la primera necesidad del ser humano (felicidad por felicidad, nada de apegos). No podemos escapar al amor, pero si podemos malinterpretarlo. Detrás de cada cosa que hacemos puede ocultarse una adicción tan problemática como intensa sea la emoción que nos da. Llega entonces un momento donde la adicción comienza a influir en otros aspectos de nuestra vida llegando a cambiar parte de lo que somos. ¿Cuando se vuelve esto un problema?
Cuando somos adictos a algo que nos da una emoción intensa, casi siempre olvidamos la emoción complementaria, "nos acostumbramos a lo bueno". El amor tiene sus cosas buenas y malas, no es deber de la sociedad juzgar el camino del otro. Digo esto porque el problema real no lo causa el individuo adicto, sino la sociedad (Romeo y Julieta eran adictos a su amor y la presión de sus familias acabó con ellos). En la mayoría de casos la emoción que obtenemos de una adicción es positiva. El problema surge a medida que la realidad cambia para la persona y su entorno y la sociedad no tolera el cambio.
Hay un experimento que muestra muy bien lo que quiero contar:
En primer lugar, se encierran unas ratas en una jaula donde tienen un bebedero con agua y otro con sustancias adictivas. Como es de esperar, las ratas acabaron desarrollando tolerancia a las sustancias (Pues esto es mejor que vivir en una jaula. Si, los animales sienten emociones.). La segunda parte del experimento se desarrolla en un ambiente que no suponga un aislamiento ni un encierro. Las ratas no sentían en ese caso la necesidad de crear una adicción al bebedero con sustancias porque la libertad era algo que ya tenían.
El experimento anterior está directamente relacionado con la epigenética conductual, una nueva ciencia que estudia la influencia del entorno en el desarrollo personal e individual de un ser vivo. Estudia cómo el entorno afecta directamente a nuestra genética alterando nuestra conducta, personalidad y salud mental. Al hablar de adicciones tenemos que pensar en el entorno para determinar qué factores influyen en la adicción. En el 100% de las veces las personas son las que más nos influyen. Somos seres sociales que necesitan una especie de coherencia para que nuestra forma de hacer las cosas sea buena y eficiente. Si una adicción altera nuestra percepción de la dualidad hacia una polaridad negativa, empezaremos a distanciarnos del mundo y del pensamiento colectivo. Y esto puede resultar perjudicial si no somos conscientes de ello.
La sociedad se limita a señalar al individuo en un intento de ocultar su propia enfermedad (el miedo). Para ella es más fácil señalar que adaptarse al cambio de un solo individuo. Todo progreso conlleva un cambio. No debemos señalar al otro, pues nosotros somos sociedad. ¡Cambiemos cambiando! Cada persona que es adicta tan solo está intentando hacer de su mundo algo mejor, porque en este mundo el amor no es un bien abundante. ¿De que servirían las adicciones si nuestro mundo fuera un mundo de amor, paz y bondad?
Si después de leer esto todavía tienes dudas de que el amor lo es todo para todos, te sugiero que me sigas!! Te demostraré que el ser humano es mucho más de lo que te contaron!!
Reflexiones interesantes, no estoy tan segura del uso adecuado de la adicción en este caso, pero definitivamente nuestra vida gira en relación con la interacción con nuestro alrededor, donde un factor determinante son las personas y cada uno de nosotros puede ser catalizador de cambios en el mundo tanto en positivo como en negativo, optemos por los cambios en positivo. Saludos.
Lindo post!. La dependencia es emocional es muy dañina sin darnos cuenta, y comienza cuando esperamos que alguien además de nosotros mismos nos haga feliz. Saludos
Buenas tardes @luismy
Me gusta el enfoque que le da a sus artículos y en este mi favorito ha sido el aspecto social que le dedica a los últimos párrafos.
Recuerde que es aconsejable publicar las fuentes de las imágenes utilizadas que no sean de su autoría, sean estas o no de libre licencia.
Saludos.
Mil gracias @don.quijote pondré las fuentes en todas las imágenes a partir de ahora, siento si no las pongo a veces pero soy algo vago para ello... Mil gracias también por leer mis artículos y espero que les sigan gustando todos como éste. Es un verdadero placer!! Saludos y muy buen día!!