El ser humano se distancia de otros animales inteligentes, en primer término, por el uso del lenguaje y la capacidad de vivir en sociedad; siempre y cuando entendamos "sociedad" como una consecuencia del vivir todos en paz, sin importar raza, religión o estatus económico.

De esa misma dosis cognitiva, una tajada considerable tiene que ver con la espontaneidad o la capacidad del ser humano para responder oportunamente ante situaciones de resolución instantánea; en eso, "el arte de la vida¨ -sí, fútbol y teatro pueden fundirse en la misma frase- tiene un sitial de honor.

Seguramente no están acostumbrados a ver el fútbol asociado a ninguna rama de la filosofía, sin embargo, con el perdón de la cátedra, podemos recoger la frase de Descartes y partir de ahí para demostrar el porqué de este cuestionamiento.

Tanto el teatro como el fútbol experimentan constantemente el enfrentamiento entre lo que pasa y lo que debería pasar, para finalmente sucumbir o exaltar lo que pasó. En ese sentido no existe un solo jugador de fútbol que no sepa actuar en virtud de hacer de su profesión el más vívido de los espectáculos, ni hay actor que alcance la gloria sin la constancia y el entrenamiento indicado para tales fines, pues cada perfecto performance es un gol anotado.

Si bien la frase del filósofo atañe por igual la idiosincracia de cada ser humano, no podemos ser más egoístas si negamos que estas profesiones tienen las personas que mejor saben responder a circuntancias de inmediatez. Aunque en efecto, para ambos casos los protagonistas practican una y otra vez con el objetivo de lograr una actuación perfecta, es imposible planificar a detalle cada una de las consecuencias de los pasos anteriores. Ejemplificaré para ser más preciso:

La característica más hermosa del tiempo es su particularidad irrepetible. Sí. Tal cual. Viajar en el tiempo le restaría calidad a nuestros momentos importantes, los que jamás deben ser vulnerados.

El teatro, siendo el arte del tiempo en el tiempo, se jacta de llevar a cuestas la inmortalidad del momento. Aunque una obra se presente mil y un veces, ninguna presentación será igual a otra. No hay tiempo para regresar y reparar lo dañado, solo un solo camino: adelante. A diferencia del cine, en el teatro no puedes aprender un guión por escenas, ni el maquillaje resolverá los terribles desbarajustes que el Photoshop ofrece en un par de clics.

El fútbol no se queda atrás. ¿Qué más bello, estéticamente, que un gol imposible? Aquellos que sin necesidad de romper los límites de la física nos hacen reconsiderar las leyes de Einstein. En el deporte rey tampoco hay tiempo para segundas oportunidades y la espontaneidad es un factor decisivo en la mayoría de los partidos. Resolver un balón perdido, plantarse en el lugar indicado para la tijereta o dar un pase de 30mts con cinco rivales alrededor (estas cosas que solo hace Iniesta) demuestra que por más veces que se juegue el derby della madonnina (Inter vs Milan), jamás habrá un partido igual a otro.

En ese sentido, ambas profesiones hurgan entre los bolsillos de la espontaneidad para robarse los mejores artistas que le rinden tributo a tan magnífico regalo de la existencia: lo instantáneo.

Quisiera yo, a veces, poder encontrar entre las diferencias del uno y del otro, algo que me ayude a delimitar mis gustos entre ambos. Pues consiento que si lo logro, podré explotar mejor mis habilidades para con alguno de los dos, pero se me ha hecho misión imposible.

Podría decir que en mí, los dos pelean por el puesto de "mi mayor pasión". El uno me hace vivir tardes mágicas cada martes y miércoles (Champions League), el otro me maravilla los domingos por la tarde cuando vivo fuera de mi cuerpo la vida de personajes encantadores.

La fortuna me ha regalado la oportunidad de "ejercer" ambas profesiones, aunque no de una manera profesional. He estado en escuelas del uno y del otro desde muy chico y como al final me decanté por las letras y la literatura (Lic. en Letras UCV), saqué de ambos lo mejor y ahora tengo la oportunidad de disfrutarlos como un amateur que "sabe de la materia".

Nota: las consideraciones expresadas en este post son de mi gusto. No pretendo que se entiendan como máximas o teorías únicas y limitadas. Si en vez de fútbol ves más magia en el béisbol o en el patinaje sobre hielo, respeto totalmente tu posición. ¡Ah! Y está bien si prefieres al Madrid, yo amo al fútbol en general :D

Fotografías: @lord-faustus
Cámara: BenQ 22mm
Fecha: 25 / 02 / 2018