Debo confesar que conocí los filtros de Sócrates, bastante grande en mi vida, cuando asistí a una charla de liberación espiritual, para sanar heridas pasadas… ojo, nada esotérico, más bien de crecimiento personal. En esa charla conocí a personas que me presentaron a otras personas y terminé asistiendo a un curso de 3 días para aprender a utilizar estos filtros como filosofía de vida, no es algo muy complicado, pero que sí requiere entendimiento, han pasado casi 4 años desde entonces, y esos filtros me han servido para casi cualquier situación en la vida, y cabe acotar que cuando no lo hago no me va bien del todo.

Por esa razón he decidido dejarles esta entrada, espero que la disfruten y que aprendan conmigo la filosofía ancestral de los 3 filtros de Sócrates, donde el silencio es la opción más viable.

Los tres filtros de Sócrates se desprenden de una famosa parábola o anécdota que ha llegado hasta nuestros días, en donde se relata que un día llego uno de los discípulos de Sócrates con mucha exaltación y le contó que de camino había encontrado a un amigo y éste le había dicho que un amigo suyo le había hablado de su maestro (Sócrates) con gran malevolencia, entonces Sócrates primero le pidió a su discípulo que se calmara, luego se puso a reflexionar y antes de dejar que el discípulo le contara lo que le habían dicho sus amigos sobre él, le dijo que el mensaje para ser escuchado debía pasar por tres filtros. También le dijo que solo si su mensaje superaba esos tres filtros, era digno de ser escuchado.

Esta anécdota se caracteriza porque Sócrates hizo que el mensaje del discípulo pasara por las 3 preguntas siguientes:

La respuesta de su discípulo a estas tres preguntas fue «No», entonces Sócrates le dijo que como no cumplía con los tres filtros, lo mejor era que guardara silencio, que él no necesitaba escuchar el mensaje.

Ciertamente es mucho lo que hablamos a diario, hablamos de nuestra vida, pero también hablamos de otros y de cosas que no siempre sin de nuestra nuestro interés. Cuando se habla de los 3 filtros de Sócrates como filosofía de vida, es algo que trasciende, porque tenemos que aplicar estos tres filtros a cada cosa que tenemos que decir, puede sonar fácil, pero no lo es, especialmente por esas curiosidades que encontramos en internet y decidimos compartir sin curiosidad, sin hacerlas pasar por estos tres filtros.

La filosofía de vida con estos tres filtros va más allá, porque no solo consiste en aplicarla en lo que decimos, sino también en las acciones que tomamos, en lo que decidimos hacer, y les voy a poner un ejemplo simple… cuando yo publico en #Steemit, siempre paso mis ideas por estos filtros, y me pregunto “¿Estoy segura que mis tips o lo que voy a decir en la entrada funciona?” si la respuesta es no, simplemente me olvido de la idea, sino prosigo a la siguiente pregunta “¿Lo que voy a publicar es bueno?” Si la respuesta es no, evaluó por qué no y si hay muchos implicados desisto de publicar, si la respuesta es sí, continúo con la última pregunta, “¿Puede servir de algo a la comunidad de #Steemit?” si la respuesta es no, simplemente no lo publico, si la respuesta es sí, es allí donde me siento a escribir libremente mi entrada. Y cae acotar que es solo un ejemplo.

La filosofía de los tres filtros de Sócrates consiste en aplicar las preguntas a cada una de nuestras acciones. Y no es solamente hacer las preguntas, es internalizar, al principio debo confesarles que será muy difícil, pero ya con el tiempo lo aplicas de manera inconsciente, a mí me tomó más de un año hacerlo a diario, y casi año y medio tomarlo como parte habitual de mi vida.

Los tres filtros, no solo son una buena alternativa para lo que vamos a decir, sino para lo que vamos a escuchar, pasar lo que escuchamos por estos tres filtros probablemente nos ahorran horas de televisión que pueden ser invertidas en la lectura de un buen libro.

Le he comentado a ciertas personas (que creo fervientemente que necesitan estos filtros) que yo he hecho este taller y comienzo a hablarles sobre las nociones generales, y la pregunta constante que me hacen es: « ¿Pasaste tres días aprendiendo esto?»… Y la verdad es que las preguntas son fáciles, pero lo que te lleva más tiempo es el hecho de comprenderlo, y para eso no se lleva solamente tres días, se llevan años de práctica… se debe comprender que se elige este camino para mejorar como personas, porque lo que escuchamos y decimos no solamente nos afectan a nosotros, tenemos que estar conscientes que así como son unas herramientas inigualables, también son armas letales con las que podemos herir a muchas personas.

Tenemos que entender e internalizar que nuestras acciones y palabras afectan a nuestro entorno y este mismo gira entorno a ellas, porque si tenemos acciones buenas, las consecuencias de esas acciones serán buenas… pero si por el contrario actuamos de mal modo, por supuesto que tendremos consecuencias negativas. Y eso es lo que se trata con la filosofía de estos tres filtros, de ser conscientes de lo que hacemos, decimos o escuchamos y saber que si no es de utilidad, o bueno o no estamos seguros de su veracidad poder cambiar nuestras acciones y por consecuencia sus resultados.

Queridos lectores, espero que les haya gustado esta entrada, no saben cuánto me emociona hacerla, porque sé que con esto puedo ayudar un poco más dentro de la comunidad, ya que aunque no lo crean, estas preguntas en mi día a día resultan vitales… como dije anteriormente no es una práctica fácil, pero definitivamente con el tiempo se va haciendo espontánea y termina por hacerte mejor persona. De hecho, no será mucho lo que digan o hagan cuando comiencen a aplicar estos filtros, pero pueden tener por seguro que cuando hablen, la mayoría de las personas querrán escucharlos y se sentirán muy bien al hacerlo.