Sangre de mi sangre -Relato- Obra propia

Mi visión estaba corrompida, totalmente turbia, solo podía observar en el difuminado horizonte como la tarde llegaba y el sol caía, el chillante sonido del metal raspando contra el árido suelo, siendo arrastrado mientras un paso marcado le daba ritmo a la secuencia.
La sombra, la figura de aquel hombre, que alguna vez llamé familia y ame como hermano, me despisto por unos momentos, aunque al final el era quien iba a acabar con mi existencia, mis memorias, todo se iba a ir conmigo, menos las repercusiones de los actos que hice, a las personas que dañe.
Mientras sus lágrimas caían y alzaba la espada katana que nos había dejado nuestro padre antes de su muerte hace unos poco años, de la que fui responsable.
La música de las aves se escuchaban en el unísono, el momento parecía congelado, y como si un viejo reloj de pared estuviera sonando cada segundo se sentía muy pesado.
El filo tan brillante que reflejaba la moribunda luz del sol, pronto atravesó mi carne con un corte limpio cerca de mi corazón, la sangre manchó el filo la katana y la ropa de mi hermano.
Vi como la sangre de mi caja torácica salpicaba hacia fuera, observé como la vida se escapaba de mis manos en un sádico momento de un desgraciado encuentro familiar.
Mis últimos momentos, mientras me desangraba violentamente, y estaba más muerto que vivo, una breve ilusión en el recién nacido cielo nocturno, el brillo blanquecino de la luna y el radiar de las estrellas me daban una última despedida.

Las estrellas se contaban entre ellas con fervor, las historias de un defensor de la libertad y la justicia, que siempre pensó que lo correcto no era siempre lo justo, que vio como su padre conducía su realidad a placer, manipulaba inocentes, convirtiendolos en títeres sin vida, incluida su madre.
Aquella historia del hombre que ignoro el linaje de su familia, y traicióno la corrupta confianza de su padre, asesinandolo con la misma espada que lo iba a matar, no fue lo correcto pero siempre fue justo con todos.
Dedicó su vida a lastimar a las personas que usaban su poder para aplastar a los débiles, que abusaban de las menorías.
La esposa de su hermano de sangre, era una de las reinas de la maldad, conocida como la bruja de la sangre, una mujer cuyo rostro de inocencia ocultaba con difícultad su verdadera naturaleza, una sádica y torturadora persona escondida tras finos vestidos plagados de belleza.
Su espada había acabado con la vida de muchos inocentes, sin ningún fin mataba por diversión, sin duda aquel ella era un objetivo perfecto, se metió en su lujosa casa, mientras el oscuro vacío del universo, lo observaba, era su cómplice.
Deslizó sigilosamente su hábil cuerpo por la laberíntica casa, había esperado la noche en la que su hermano no estuviera junto a su temible amada.
Entro a la alcoba, desenvainó su espada, con una mirada firme y tenaz, corto el cuello de la llamada bruja, la sangre salpicó en la cara del portador de la katana, se dispuso a retirarse de la habitación por la puerta que entro, pero repentina e inesperada aparición de su sorprendido hermano, lo hizo reaccionar rápidamente, soltando la katana y lanzándose 2 pisos abajo por la costosa ventana.
La mirada de su hermano sosteniendo el cuerpo sin vida de su esposa, nunca se borró de su memoria hasta el día de su muerte.
Las últimas palabras que escuchó fueron pronunciadas por la voz titubeante de su hermano, que dijo:

• Nunca entendí por qué lo hiciste, todos estos años buscándote para finalmente vengar la muerte de mi amada, pero pensé que yo podría descansar en paz, imaginé que podría por lo menos volver a ser la mitad de feliz que era antes, pero no enrealidad, tenerte aquí a mis pies, en suma agonía, no me produce ningún sentimiento, pude haberte delatado cuando asesinar a nuestro padre, pensé que solo ibas a hacerlo por mamá, me equivoqué, espero que te pudras en el infierno, eso sería lo justo.