Tu emigración de este llano. Décimas.

Tu emigración de este llano.

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Bien te dijimos, chiquilla,
que mucho ibas a llorar
al empezar a extrañar
el llano que es maravilla.
Pero tú, en forma sencilla,
sin prestar mucha atención
hiciste la emigración
sin necesidad alguna,
y ahora hoy bajo otra luna
sueltas la lamentación.

Cada vez estás más triste,
y evocas nuestras vivencias
mediante las experiencias
que en este llano tuviste.
Donde te encuentras no existe
ni guayoyo ni chinchorro,
y todo extranjero gorro
no es igual a tu sombrero
ni al despertar lo primero
que se aprecia es leche en chorro.

Ay chiquilla, allá no miras
el agua de las tinajas,
y de ningún árbol bajas
los mangos por que suspiras.
Un lazo a un toro no tiras,
y el sancocho de fogón
queda en tu imaginación
porque mucho te gustaba
y a tu abuela le quedaba
rico por su gran sazón.

Chiquilla, a ti te ha pegado
curiosidad infeliz
de marchar a otro país
de algo que te ha provocado.
Ya no sientes a tu lado
el cochino en el chiquero
ni el toro en el lamedero
como en cada amanecer
y eso a ti te hace doler
con un peso lastimero.

La nostalgia te tortura
de ver los patos volar,
y ya no puedes mirar
el ocaso en la llanura.
El arpa y su encordadura
te faltan, linda llanera,
y por toda la pradera
ya no puedes caminar
para poderte extasiar
con su olor a primavera.

Del ordeño las tonadas
te hacen gran falta también
y hasta el mismo comején
observarlo en las majadas.
No oyes en las madrugadas
las guacharacas ruidosas
y de verdad no te gozas
montando un potro alazán
que en tu lindo Camaguán
ornas con flores vistosas.

Para todo hay solución ,
chiquilla linda del alma,
y estarás bajo la palma
entonando una canción.
Dios en consideración
va a meter por ti su mano,
y verás ese alazano
en una acción criolla y pronta
pues de nuevo le harás monta
¡¡¡porque volverás al llano!!!