Chile, Noviembre del 2005. Ya eran pasadas las 10 de la noche en la ruta del desierto, una carretera muy concurrida durante el día pero que durante la noche se convierte en un ligero paseo. El protagonista del relato que te traigo hoy no sabia que su noche pasaría a convertirse en un recuerdo que perduraria en su memoria.

Como es de suponer durante el día el calor es abrazador por estas vías por lo que el señor Alberto, un hombre de 43 años, prefería recorrer esta ruta en la noche. Conocía bien los riesgos que es manejar de noche pero ya llevaba años haciéndolo, para el solo era una noche mas. Iba a acompañado de su esposa Carmen, para fortuna de ella se había quedado dormida hace mas de una hora. La radio sonaba tenuemente para no molestarla pero lo suficiente para entretener al señor Alberto.

El trayecto era largo por lo que en un momento dado la vejiga de Alberto empezó lanzo una señal que sabia interpretar. Paro al borde de la ruta, lo suficientemente lejos como para evitar algún percance con un conductor dormido, los años ya lo habían enseñado a hacer eso. Bajo del auto y camino un poco mas allá en el desierto. Mientras soltaba todo lo que tenia acumulado vio a lo lejos dos luces de faros muy resplandecientes. No presto atención hasta que el sonido fuerte de una corneta se hizo presente. Un sonido de ese calibre solo podía ser de un camión. En efecto las luces pertenecían a uno pero este venia a toda velocidad, pensó que el conductor estaba borracho. Se subió la cremallera del pantalón rápidamente y camino hacia su auto. Un camión color azul eléctrico paso velozmente a su lado haciéndole sentir una corriente de aire la cual hizo volar varios papeles que tenia al lado de su asiento.

Su mujer para este momento estaba ya despierta y muy alarmada por todo ese ruido que hizo el camión, el cual en ningún momento bajo su velocidad. Se extrañaron pero no prestaron demasiada atención, tal vez algún imprudente y ya, como es común. Encendió nuevamente su auto y siguió su camino. Al poco tiempo de andar descubriría que es lo que causo esa reacción en el conductor del camión.

La oscuridad en aquella ruta era terrible. Aun con los faros altos pocos metros se podían ver al frente pero lo que vio tal vez hubiera sido mejor no hacerlo. Al frente de el y acercándose a gran velocidad vio un animal corriendo en sus 4 patas. Por la oscuridad no podía ver que era pero tal vez aun siendo de día no podría haber identificado que era. Se veía grande sin nada de pelo y con la piel muy rosada. Este se seguía acercando rápidamente por lo que el señor Alberto bajo la velocidad. Cuando por fin lo tuvo justo al frente se detuvo por completo y una gota de sudor frió le empezó a caer de su frente. Allí justo al frente de sus faros y bien iluminado se hallaba un hombre totalmente desnudo, sentado cual perro esperando una orden. Ambos se miraron fijamente por varios segundos hasta que su mujer con gran histeria grito "¡Arranca!" El sonido los alerto a ambos y el hombre quien parecía un perro con piel de persona corrió hacia el auto. El señor Alberto acelero bruscamente casi atropellando al sujeto, este paso por su lado y golpeo el auto. La fuerza de este no era el de una persona, solo un animal muy grande como un rinoceronte podría empujar tanto su auto.

El auto se movió un poco pero no se salio de su carril, ante esto Alberto piso a fondo su acelerador, hasta donde ya no daba mas. El auto (Que era el mas adecuado para aquello que lo forzaban) de a poco fue acelerando mas y mas. La persona o lo que sea que fuera aquello se quedo fijo en el asfalto mirando como el auto se alejaba de este pero la mujer de Alberto logro observar antes de que se perdiera en la oscuridad que este empezó a correr en sentido contrario a ellos. Ambos respiraban con dificultad, no entendían que era aquello que vieron.

Hubo silencio entre ambos por el resto de la noche. Llegaron a la ciudad a donde se dirigían a las primeras horas de la mañana. Buscaron un pequeño local donde desayunar y entraron. Por fin empezaron a hablar del tema pero ambos tenían la misma opinión, no sabían como explicar aquello. Su sorpresa fue aun mayor cuando vieron las noticias que estaban pasando en un pequeño televisor que se hallaba en el lugar. Las imágenes los hicieron temblar de miedo. "Accidente en la ruta del desierto, camión se sale de la vía. Conductor desaparecido". A su vez mostraban las fotos de un camión azul eléctrico volteado, pero lo que peor fue ver un profunda abolladura en la puerta del conductor que lo hizo pensar en el golpe que le dio aquella "criatura" solo horas antes.

"Pude haber sido yo"

Fuente imagen de portada

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