Campo cordobés.

Tarde en un campo cualquiera andaluz, en este caso un campo cordobés donde compartir un día perfecto junto a los que me aprecian, unos detalles que hacen maravillosa la tarde noche es la compañía, la naturaleza y el entorno, un atardecer junto a la lumbre del fuego y la leña, temperatura fresca pero soportable junto a la brasa.

Fuimos a pasar el fin de semana con la única compañía de amigos y amigas, comida hecha por los propios comensales, acertado menú a base de carne en la propia brasa de leña y unos estupendos flamenquines con patatas de un restaurante cercano, de esas noches para estar junto al fuego por horas, contar historias y anécdotas para reír durante horas, cuando la noche nos alcanza nada mejor que unas mantas para cubrirnos hasta que caemos en los brazos de morfeo y el último nos avisa para entrar a la casita rural donde nos alojamos.