ENTRE TACTOS Y MIRADAS
- A veces, siento los susurros. Y a lo lejos el trote de los mercenarios. Acechan a toda hora con sus espadas de fuego, que dentro de sus bocas viven. Es horrible, siempre terrorífico; cómo las estocadas atraviesan mis paradigmas, como los labios de Judas. Besan mis heridas...
Trato de salir del agujero negro en que me encuentro, pero la verdad; ya lo encuentro cálido. Pues nada más conozco.
Sólo el profundo dolor en mis huesos desgastados por el ácido de los cuervos que miran mi carne podrida, desgatada de tanto tocar.Escrito por: José Ramírez Nelo @jojotorn