Nación enlutada
En este país los jugadores de béisbol nos recuerdan una cosa; y es que somos bueno venezolanos. La alegría extrema, la perseverancia, la lucha contra la pobreza, el éxito, la amistad, la familiaridad, la solidaridad del barrio, la constancia de los padres, el alcance de las organizaciones sociales en torno al desarrollo de las habilidades deportivas (como es el caso de la organización Criollitos de Venezuela) y el espíritu batallador que redunda en abrazos y triunfos. Los sentimos más cerca que cualquier otro profesional, porque son nuestros, salieron de la cuadra, del barrio, del sector; de la ciudad.
Luis Valbuena y José Castillo eran eso, una inspiración de triunfo, y por tal motivo nos duele con tanta profundidad su asesinato. Sin necesidad de indagarlo, claramente sabemos que fueron niños, que lucharon por un sueño y lo lograron. Fueron la esperanza que caminó por años de la mano de sus padres al estadio a practicar, a jugar…; a soñar. Para convertirse progresivamente en personas que nos hacían felices con su esfuerzo, y nos llenaban de pasión con su labor. Y además, fungían de ejemplo de miles de niños que aspiran ser como ellos y no como Nicolás Maduro.
Recordar la noticia de aquella noche del viernes 7 de diciembre, nos retuerce el alma. Nos recuerda lo malo que padecemos todos los venezolanos, por la indolencia y la crueldad de quienes han gobernado en los últimos 20 años Venezuela. Nos detiene en la reflexión, y nos congela en el auto flagelo de pensar: “¿y si hubiese sido yo?”. Nos aterriza en la fragilidad de vivir en una sociedad violentada y gobernada por delincuentes.
El estado Yaracuy cerró en el año 2017 con 47 homicidios por cada 100.000 habitantes, traduciéndose a más de un asesinato al día. La organización delictiva en el estado Yaracuy se mueve alrededor de los asaltos en carreteras y al robo de las empresas agropecuarias. Durante 20 años se han consolidado bandas que siguen enlutando nuestras vidas. Y los cuerpos policiales; o se ausentan, o se benefician de estas organizaciones.
Castillo y Valbuena estarán por siempre en el bonito recuerdo de la Venezuela de sueños alcanzados. Sus legados quedaron marcados en el corazón de todos los venezolanos. En honor a ellos, no dejaremos de luchar por la justicia y la salida absoluta de este régimen delincuencial. Paz a su alma y resignación a sus familiares.
Escrito por Jhon A. Romero.-
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Hola, este post ha sido votado por Cervantes, en conjunto con Steempress. Saludos.
@quevedo un honor, muchas gracias a la familia Steempress y Cervantes