El Enigma de Baphomet. Novela. (39)
El desprendimiento de una gran roca parecía que abría la tierra al arrastrar con ella media montaña que se precipitó rodando hasta el río con cósmico estruendo.
.
.
El hombre de la azuela se le perdía en el boscaje, por lo que se apresuró hasta alcanzarlo mientras no cesaba de tejerse la trenza de los silbidos en el serpenteo del sendero.
.
Después de un buen trecho por el camino con vueltas y revueltas, el monasterio de San Pedro se apareció, de pronto, majestuoso, tras la última curva de donde brotaba un manantial cristalino y silencioso.
.
Sólo a lo lejos se apreciaba el murmullo del río entre la ventisca suave y fresca de los hayedos, de tal manera que el hombre de los palos y la azuela se percató de que alguien lo seguía, por lo que se paró suspicaz e interrogativo: “Deus tecum” — le gritó—. Como no respondía, en un principio debió de pensar si sería sordo, pero muy pronto intuyó que no sabía responder a la salutación monástica. Quizá fuera un peregrino perdido del Camino de Santiago.
En aquella quietud selvática, al levantar la mirada, sintió retumbar la tierra en el mismo momento en que dos jinetes de las huestes reales salían al trote del monasterio.
Como el hombre de la azuela se había quedado absorto admirando el brillo de los herrajes y el ornamento de los caballos, al irse acercando, cuando se volvió para preguntar por su destino al hombre que lo seguía, éste había desaparecido de sus espaldas. Se percató de que aquel hombre rubio, con agilidad de ardilla, se había encaramado en lo más alto de un haya al lado del camino, por lo que supuso que los caballos de crines largas y cuello grueso estaban persiguiendo al peregrino.
A los jinetes no se les veía la cara, que tapaban con la celada. En el encuentro, tiraron tan fuertemente de las riendas que los relinchos estridentes multiplicaron los ecos por el valle; y el hombre de la azuela posó el zurrón sobre un tueco a su vera. Quietos los caballos, el primer jinete lancero se quitó el casco, escudriñó hasta el más mínimo detalle del hombre y su indumentaria, y le preguntó si en el barro de los alrededores había visto huella o señal extraña de un criminal fugado cuando era conducido a la hoguera por la justicia de Dios: “Lo buscamos por orden del rey; y cuando ya lo teníamos a tiro de lanza cerca de Compludo, se nos perdió en el boscaje. No puede estar muy lejos. Si está vivo, no tardará en acceder al monasterio, pues, fuera de la senda, por estos riscos, sólo puede encontrar la muerte despeñado o entre las fauces del lobo. El abad está en aviso, y avisaremos también a los vecinos de todos los pueblos”.
En la copa del haya,
(En mi búsqueda no encontré el haya, pero sí viejos castaños coetáneos testigos del tiempo, del siglo XIV, de cinco metros de diámetro)
los latidos de corazón eran tan fuertes que iban a repercutir en el tronco del árbol con el peligro de delatarlo. La inmovilidad absoluta y el verde silencio se interrumpieron por un águila en vuelo y el trino de un jilguero.
Esperaban respuesta los caballeros.
me encantoo tu post, que bello de verdad me gustan las personas como tu, soy nueva me podrias ayudar a Resteem mi post porfavor, gracias :-*
https://steemit.com/cn/@materialprivao/hello-steemit-community-i-am-stephany-a-new-writer-and-dreamer-please-take-a-minute-to-read-my-first-post-thank-you
Congratulations @jgcastrillo19! You have completed some achievement on Steemit and have been rewarded with new badge(s) :
You published a post every day of the week
Click on any badge to view your own Board of Honor on SteemitBoard.
For more information about SteemitBoard, click here
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP