Artículo de investigación lingüística (1) (Primera parte)

in #spanish7 years ago (edited)

Cualquier novela histórica supone un periodo previo de documentación, en bibliotecas, archivos e incluso viajes.
Cuando yo redactaba los capítulos precedentes, aproveché el viaje que programaron un grupo de amigos a Armenia y me uní a su expedición, con una gran ventaja: que la infraestructura de la estancia en Armenia me la dieron organizada, por lo que me resultó más fácil ir tomando notas de todo lo que me interesaba.

Fruto de aquellas investigaciones resultaron algunas consideraciones que las reflejé en distintos artículos acerca de algunos mitos que se han ido transmitiendo de padres a hijos, generación tras generación, hasta hacerlos casi una verdad absoluta, pero que, al menos, merecen algunas discusiones.

Para no cansar a los lectores de steemit los entregaré por partes en sucesivos apartados:

LENGUA VASCA Y LENGUA ARMENIA. Estado de la cuestión. (Primera parte)

Antoine Meillet en París, en los años 30, era la autoridad lingüística indiscutida. Sentaba cátedra con sus opiniones. Pero algunas de sus opiniones se habían forjado bebiendo en la fuente de la tradición de la historia sagrada predicada en el siglo XIII por el obispo Jiménez de Rada

Meillet.png

(1)

y cultivada por los clérigos vascos hasta el siglo XX. Esta tradición de que el idioma vasco procedía del nieto de Noé y que ya se hablaba en tiempos del diluvio universal, se había metido en las mentes de los vascos marcando una impronta casi indeleble. No obstante había sido contestada tímidamente por algunos profesores europeos de lingüística. Pero en ese tiempo, lo que dijera Meillet iba a misa.

Jiménez de Rada.png

(2)

Contradecir al sumo sacerdote de la lingüística europea Antoine Meillet era poco menos que una blasfemia intelectual. Meillet creía con pasión casi religiosa en el método de la escuela comparatista, que sólo se fijaba en los elementos fonéticos de las lenguas siguiendo leyes ciegas en su evolución histórica. Según lo que se sabía en el momento, era imposible sacarlo de ese pozo y sentó cátedra diciendo que, a pesar de que algunos lingüistas veían elementos iguales entre las lenguas armenia y vasca, había un hecho diferencial que anulaba cualquier atisbo de relación: sentenció que el vasco no procede del indoeuropeo y el armenio sí que procede del indoeuropeo y de ahí concluyó que si se encontraba alguna semejanza entre palabras del euskera y del armenio sólo era fruto de la casualidad. Lo dijo Meillet y todo mundo a callar y a “empollar” los apuntes para aprobar la asignatura de lingüística en las distintas universidades.

Pero un mozo curioso y estudioso, un poco más joven que Meillet, de los que ahora no abundan, se metió en la universidad de Estrasburgo a estudiar nada menos que Armenio en la cátedra del profesor Hübschmann; y lo aprendió bien.

Hubsmann.png

(3)

Aquel mozo alemán llamado Joseph Karst, llegó a ser profesor de la misma universidad de Estrasburgo y se atrevió a contradecir al santón de la lingüística Meillet.

Karst, sintió curiosidad por las opiniones de su colega inglés Edward Spencer Dodgson, quien ya había estudiado ciertas relaciones del vasco y el armenio, pero que en Francia habían sido ninguneadas.

Karst aprendió vasco y una vez que sabía vasco y armenio y los comparaba se le encendieron otras luces en su cerebro, que le hicieron desechar el dogmatismo de Meillet. Publicó un artículo en el año 1911 titulado “La situación étnica de los armenios” en el que tímidamente abordó unas consideraciones lingüísticas, pero todavía aplicando la losa de las leyes fonéticas comparatistas. Y comparó, mediante esas leyes, alguna palabra, deduciendo que, en su evolución, cada una por su lado, procedían del mismo étimo, compartían la misma etimología, o lo que es lo mismo, procedían de la misma palabra.

No contento, siguió profundizando en las dos lenguas y publicó otros libros en los que encontraba más “teselas” (la metáfora es mía) con las que intentaba reconstruir el gran mosaico del origen de la lengua vasca.
Los diez últimos años de su vida trabajó incansablemente pero murió sin publicar su último libro que se conservaba en un cajón de su escritorio: “Ensayo sobre el origen de los vascos, iberos y pueblos afines”; pero se murió, y su aportación quedó truncada. Un halo de misterio envuelve el silencio y olvido de Karst por parte de los estudiosos oficiales del vasco en las universidades del país vasco, a pesar de haber escrito que las tribus alorádicas, es decir las tribus armenias más antiguas y las vascas fueron idénticas en raza y en lengua. Esto lo dice en el libro titulado “Alarodiens et Proto-Basques: Contribution à l’ethnologie comparée des peuples asianiques et liby-hespériens.”

Tengamos en cuenta, aunque es evidente, que Karst todavía no tenía ni idea de la historia de los pueblos cristianos armenios que se expandieron, huyendo de matanzas, por todo el norte África hasta Canarias, y que luego se funden con otras tribus formando los bereberes; y, por supuesto, estaba muy lejos de los descubrimientos genéticos actuales.
( La novela seguirá mañana o pasado mañana )

( Dibujo tomado de
(1)https://navarrosilustres.wordpress.com/2009/08/11/rodrigo-jimenez-de-rada/)
(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Antoine_Meillet
(3) https://en.wikipedia.org/wiki/Heinrich_Hübschmann

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Good post. Wish, if i could understand spanish :P

I think it would be easy to do a machine translation with google translator

Buen post amigo, muy profundo!

Pues ya que te ha parecido interesante seguiré.

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