Los Hijos del divorcio: ¡Víctimas Inocentes!

in #spanish7 years ago (edited)
Una vez en el pasado leí, en un "graffitti urbano" de tipo anónimo que "Los hijos no son amor de uno, sino responsabilidad de dos". Esa frase me la aprendí de memoria y jamás se me olvidó. Siempre que puedo recordarla entre mis amigos y allegados, lo hago, por su gran significación y trascendencia en los contextos humano y social; especialmente cuando se trata de parejas jóvenes que deciden contraer nupcias ante las leyes de los hombres y la ley de Dios, como se acostumbra en la mayoría de los países occidentales y orientales del mundo, con sus normales excepciones, en caso que a ellas, hubiera lugar. Vale decir en dicho escenario, que un hijo o una hija...o varios de éstos(as), valen todo el oro del mundo...y quienes son padres y madres, bien lo saben. ¡¡¡Enhorabuena!!!

Fuente: Pixabay

¡¡¡Hola, hola, amigos y amigas de Steemit; bienvenid@s a mi blog y a éste post. Una vez más me complace dedicarme a la formulación de una nueva publicación, que precisamente en esta oportunidad, enfocaré en el abordaje de un tema social, de suma importancia por su implicación familiar, comunitaria y social, en general. ¡Bueno! aunque en realidad son dos temas, porque por una parte, se trata del matrimonio, y por otra parte del divorcio. Espero que la información contenida en ésta entrada sea de utilidad, y permita a todos, pensar, repensar, reflexionar y actuar conforme al deber ser humano y ciudadano. Si así llegara a suceder, yo me daría por satisfecho, en caso tal que estás líneas sean vistas y consideradas como un aporte.

¡El Matrimonio!

Para el común de las personas, el matrimonio queda representado por la unión de un hombre y una mujer, aunque en la actualidad, se tiene conocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo. En todo caso, representa una fusión entre dos personas (léase bien, dos personas), que establecen lazos de convivencia en el marco de un clima de comunicación, respeto y ayuda mutua. Dícese pues, de la relación enmarcada en "el uno para el otro", de donde luego provienen los hijos biológicos o adoptivos, según sean las circunstancias que le correspondan vivir a los seres cognoscentes, con capacidad de raciocinio y libertad de pensamiento y acción.

¡Los(as) Hijos(as)

Ellos(as) representan el fruto del amor entre dos, ya sean biológicos o adoptados. Son nuevos seres en desarrollo y crecimiento evolutivo, progresivo y paulatino, a quienes se les debe criar y educar con base a las normas de convivencia y buenas costumbres familiares y ciudadanas-sociales. Son aquellos(as) en quienes reflejamos nuestro amor, ayudándolos(a) en todo lo que sea necesario para que puedan aprender lo necesario para subsistir en éste sistema de cosas, integradas. En ellos(as) depositamos toda la atención posible, en la búsqueda y consecución del buen vivir. Son en esencia hijos e hijas el mayor tesoro espiritual de los padres y madres.

¡La Unión Familiar!

Una familia sustenta su razón de ser y funcionamiento, en los más elementales principios éticos y morales que se desprenden de los valores humanos universales. La unión es la punta de lanza entre éstos y se logra con base a la participación e integración de los miembros de la familia en las acciones y actividades familiares. Allí, en el contexto familiar la cooperación y la mutua ayuda debe ser fundamental para lograr todos los objetivos y metas propuestas entre todos(as) y para todos(as). Familia que actúa unida, permanece unida y no debería haber nada ni nadie que pueda diluir esa unidad, cuando nace o surge de manera sólida; aunque en muchos casos, si se presentan interferencias que conllevan al tratamiento del siguiente punto o aspecto:

¡El Divorcio!

Lamentablemente, algunas relaciones establecidas en matrimonio, llegan al divorcio, a la separación de cuerpos y de bienes, por causas diversas, entre las que figuran, la incompatibilidad de caracteres y la interferencia de terceras personas, entre otras. Pero, lo más negativo del divorcio, es que en muchos casos, cuando hay hijos en la unión matrimonial, son ellos(as), precisamente los(as) hijos(as), las personas más afectadas; y por lo general, el padre y la madre actúan siguiendo instintos viscerales y muy distanciados de la cognoscencia, haciéndoles perder la cordura necesaria para proceder de manera correcta.

Numerosos hombres y mujeres que viven en pareja y con hijos (sin necesidad de estar casados), al separarse, no piensan en el bienestar mental y espiritual de los(as) hijos(as). Solo importa lo que ellos estiman como pareja, sin importar lo que consideran y sienten sus descendientes. Ciertamente, una pareja que ya no puede convivir junta, no puede ni debe permanecer unida solo para no causar daño emocional a los(as) hijos(as) ni para guardar las apariencias. Lo que no puede ser, no puede ser y punto. No obstante, es prudente conversar con los(as) hijos, explicándoles la situación de la mejor manera. ¡Aunque sea un poco difícil la situación! ¡Aunque sea difícil de explicar lo que sucede entre papá y mamá!

¡El Contexto!

La pareja que bajo la figura del matrimonio o no, decide separarse, divorciarse, debe entender que la separación es entre ellos y no con los(as) hijos(as), que por lo general no tienen culpa alguna. Los problemas de la pareja no tienen porque traspasar la frontera del afecto y respeto hacia los(as) descendientes. Es un error, y muy grave, inmiscuir al hijo o hija, en los problemas de papá y mamá. ¡No es el deber ser! ¡No es ético! Niño, niña, adolescentes, joven contemporáneo e incluso adulto mayor que tenga su padre y madre, deben disfrutar de éstos, en igualdad de condiciones, sin limitaciones de ninguna índole, a menos que por causa conocida, así no sea posible.

Privar a los(as) hijos(as) de la presencia y compañía del padre o la madre, luego de la ruptura de la pareja, después del divorcio, no es conveniente ni prudente, porque puede desencadenar situaciones colaterales indeseables. Para la salud mental del niño o niña, es esencial el ejemplo de unión, paz y armonía. Por ende, es vital no inmiscuir a éstos en los problemas matrimoniales o de pareja. Mantenerlos al margen es lo más idóneo para garantizar la salud integral del fruto de esa unión que ya no será posible en la continuidad del tiempo. Pero no olviden, se separan los padres, se divorcian los padres, y esa ruptura no tiene porque involucrar a quienes hacen vida en común en el contexto filial. ¡Es algo que debe tenerse presente siempre!

Sin embargo, pueden suscitarse hechos y situaciones donde es necesario distanciar a los(as) hijos(as), ya sea del padre o la madre, cuando la conducta y comportamientos de éstos, sea indebida y contraproducente, y que en todo caso, perjudique la estabilidad y seguridad de los descendientes directos; siendo requisitoria la actuación de organismos, instituciones y personas especializadas en la resolución de conflictos familiares. Es en realidad un tema muy amplio. Yo sólo quiero a través de este post, exhortar para que en caso de separaciones de parejas con hijos, éstos últimos no resulten afectados, más de lo que les afectará, ver a mamá y papá separados.

Es procedente comentar, que no en todos los casos resulta igual, porque son numerosas las parejas que se han separado sin implicaciones negativas (más allá de la separación y lo que produce) para los hijos e hijas. La separación es de los padres, no de los hijos, y por consiguiente, cuando se produce en mejores términos, es digno de destacar

@jessfrendcor

Sort:  

Muy buen articulo; es terrible las consecuencia del divorcio en muchos hijos; lamentablemente pagan el error de los padres y pudiera ser menos dañina, si estos colaboran entre si por su bienestar.
Algo que me da escalofrío es oír a uno de los padres hablar mal del otro en presencia del niño!
saludos @jessfrendcor

¡¡¡Uff!!! Sí, la descalificación en presencia de los niños o niñas o hablarle mal a éstos/estás del padre o la madre, según sea el caso. ¡Es fatal!

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