Cineclub S5: Malditas Instituciones.

jeilinespinel (63)in #spanish • 7 years ago (edited)

Llevar a cabo un proyecto siempre es difícil, la pasión está, las ganas están, el deseo está, pero a veces esto no es todo lo necesario, tristemente siempre tienes que cumplir las condiciones o parámetros de alguna maldita institución.

El Cineclub S5 es un proyecto que nace con mi ingreso a la Universidad, yo no sé qué animalito me picó, pero yo sabía que lo que quería al entrar en la UNEARTE, era de alguna forma generar un cambio, hacer de mi tiempo ahí la mejor experiencia posible, y como tenía la certeza de que no encontraría eso al llegar, sabía (de una manera casi onírica debo admitir) que ese espacio tenía que construirlo yo misma, nunca pensé realmente que me echaría al hombro tal compromiso como este tan rápido, pero es lo que resultó del deseo y mi necedad.

Dedicaré quizás otro post a hablar de distintas experiencias de la gestión de un Cineclub, o por lo menos la que nosotros, de manera muy empírica, hemos aplicado. Pero ahora escribo desde la incertidumbre de la posición o estabilidad del Cineclub S5 dentro de la institución en la que le tocó nacer: La Institución Universitaria, que además es partidista de un sistema totalitario y dictatorial.

Hace algunas horas fue el Miss Venezuela, lo vi con mis compañeras de cuarto en la laptop de Paola quien preparó una gran cena, compró chucherías y demás, yo no sé porque dicen que nos han quitado todos nuestros mitos y ritos, si cuando cuatro chicas universitarias de 19 años se ponen de acuerdo para llegar temprano, cocinar y ver un programa de tales estigmas sociales y culturales representa tal religiosidad y ritualidad con lo que parece ser el constructo de una parte de nuestra identidad. A mi sólo me entusiasmaron las preguntas, la mayoría de las candidatas, al notar el leve grado político que, no sé cómo se atrevieron, tenían las preguntas, yo sentí esperanza de que alguna chica mencionara algo, dijera algo. Todas se limitaron a lo mismo "a pesar de la fuerte situación..." "el momento difícil que atraviesa Venezuela..." y yo pensé, recordé, porque se critica la memoria del venezolano, pero qué difícil es recordar cuando se está en modo sobreviviente. Recordé ese video de Ledezma siendo sacado de su casa, recordé las mentiras de los votos, recordé las muertes y recordé que a pesar de vivir bajo ciertas "libertades" y disfrutar de un show como el Miss Venezuela, vivimos en dictadura. Y esas muchachas sobreviven desde su realidad, la de ser políticamente correcta ante una institución.

Sala llena con las proyecciones de "La Distancia más Larga", "El Viaje de Chihiro" y Cineforo de "Azú"

Yo sabía en dónde me metía cuando entré a UNEARTE, tampoco entré con los ojos vendados, pero imagino que sí muy inocente. El fanatismo y el culto a héroes ha destrozado este país, el culto a instituciones homogeneizadoras como el Miss Venezuela o el culto a un salvador patriota. Yo quería entre mi inocencia y esperanza, romper con eso tan imperante en la Universidad con el proyecto del Cineclub S5, usar el arte como justificación y sólo crear un espacio de estudiantes para estudiantes, de discusión creativa y crítica, de activar una Universidad de las Artes hundida en la sombra de la expropiación e imposición. Y básicamente dejar todo ese peo político a un lado, generar un sentido de pertenencia.

Eso parecía estar sucediendo, entre sus pequeños inconvenientes, teníamos toda la libertad que queríamos para hacer nuestras cosas, otros cineclubes itinerantes se animaron y la Sala de cine de la Universidad empezó a ser tomada en cuenta. Hoy se llevará a cabo una reunión sobre la gestión y programación de la Sala Margot Benacerraf, el destino del Cineclub S5 es incierto, un orden politizado parece estar tomado poco a poco la Universidad y pretende "recuperar los espacios", recuperarlos para aquellos que piensan y actúan igual que ellos supongo, porque si alguien reactivó y recuperó esa Sala para los estudiantes fuimos nosotros, que sin ningún afán de reconocimientos, simplemente hicimos lo que nos parecía se debía estar haciendo. Me entristece y me preocupa, es un proyecto al que le tengo mucho amor y que le falta poquito para cumplir su primer año, la Sala empezará a formar parte de la Cinemateca Nacional y nosotros estaríamos trabajando directamente con ellos, se abrirán muchas puertas y posibilidades, pero ¿bajo qué condiciones? ¿cuántas cosas tendremos que callar? ¿Cuántas veces tendremos que ser "políticamente correctos" y convertirnos en esa muchacha que aguanta hambre, dice no sacrificar ningún principio bajo los conceptos de una maldita institución que la obliga a pensar y actuar de una manera determinada con el fin de cumplir su sueño? ¿Cuántas veces al día ya somos esa muchacha? Quien se sacrifica para llegar a cumplir sus metas, impulsado por la voluntad que sea, ¿Qué sacrifica? ¿Su voz? ¿Sus ideas? ¿A ella misma? ¿Cuánto de mí pierdo en el filtro que esa institución establece? La reunión sucederá y yo espero poder controlarme y que no me echen de la Universidad. ¿Vale la pena discutir, temas discursivo y de imagen con quien quiere imponer un único discurso e imagen para adorar, y que además tiene todos los recursos para lograrlo? El mito de Sísifo. En mi sobrevivir olvido que vivo en dictadura y recuerdo que soy una mujer moderna del siglo XXI y voy a luchar contra las malditas instituciones porque puedo.