Esta mañana, al abrir los ojos y verlo ahí, dormido junto a mí, di gracias a Dios porque lo tengo a mi lado desde hace tres meses y en ese instante, pude comprender tantas cosas, que hoy quiero compartir con ustedes.

He aprendido a amar…

Sí y cada vez más conozco muy de cerca sobre este sentimiento que sobresalta en mi pecho. Al Cuidarlo, aun sabiendo lo dura que puede ser la vida, quisiera que nada malo le sucediera y daría cada parte de mí, porque él esté bien, siempre.

Cada vez que lo alimento, trato de que ese momento sea nuestro y es la mejor conexión que tenemos, a través de nuestras miradas y cuando sonríe, me lleno de emoción y celebro en silencio porque él es mi milagro de vida y eso, es amor.

No debo postergar mis metas…

A pesar de mi tiempo limitado, debo mantenerme activa porque cada objetivo que logre, será la estabilidad de él. Lo importante es buscar un equilibrio.

Tengo que levantarme y continuar…

No quiere decir que sea de hierro, pero no debo vivir del pasado ni engancharme en situaciones que son tóxicas. Hay que aprender a pasar las paginas y aunque a veces duela, hay que desojar el libro de la vida y continuar.

Gracias por leerme.

¡Hasta pronto!