Naces,
te dan un nombre
y a veces un apodo;
en tu cabeza, una etiqueta grande
y los zapatos del que estuvo antes.

Algunos tiene suerte,
planean vacaciones
y los que tienen menos:
sortean las estaciones.

Y la vida transcurre
y es trabajo y escuela;
son los hijos, las hojas,
el dinero y las deudas.

Es dormir muy cansado
y acumular desvelos;
es un vivir luchando,
para ganar pocos premios.

Naces,
te dan un nombre
y a veces un apodo;
un reloj de arena y una lista,
y te dicen bien alto:
¡NO LA PIERDAS DE VISTA!

Un día te preguntas:
¿Por qué estudie esto yo?
¿Por qué me hice abogado
en vez de pescador?

Pero hay caso contrario,
el pescador que llora:
Si yo hubiera estudiado,
¿en dónde estaría ahora?

Yo nunca me conformo
con el guión pautado;
me salgo de la norma,
de lo que está acordado.

Y que me llamen loca,
la vida es muy fugaz,
para vivir corriendo,
pero nunca llegar.