Imperfecto Destino (Relato)

La sombra se escondió en el mar. Todas la vieron, menos yo. Algunos cuentan que ella es la responsable de nuestro destino. Me senté y en segundos se apareció, sin avisar, una imagen imperfecta. Quienes me acompañaban esa madrugada, después de celebrar mi llegada inesperada, ni se inmutaron. Esa imperfección me miró de forma seductora y a la vez angelical. Y en el acto, los presentes aparecimos, sin razón alguna en un exótico mar, dibujado con dedicación. En ese lugar había muchas caras conocidas, pero desaparecidas en mi realidad. Alguien gritó presuroso: -¡Es hora de celebrar! Al parecer, el festín  me tenía deparado una sorpresa.

Mi mirada recorrió todo el espacio y me sorprendí, porque todos tenían sombreros gigantes que tapaban extrañamente sus rostros. Sin embargo, una imagen diferente e impresionante apareció con un atuendo que siluetaba su apetecible cuerpo. La misma, exclamó con voz excitante: -¡Han llegado a la majestuosa tierra de los deseos! Inconscientemente, mi cuerpo se impregnó, raramente, de sudor gélido. Inmediatamente, desaparecieron los invitados.

En ese instante la inmensidad del mar, se convirtió en nuestro único testigo. Hasta las palmeras se inmovilizaron esa noche. Descubrí en ese momento que conocía hasta sus imperfecciones. Sin razón alguna me trasporté a aquella fatídica noche, cuando desintegraron nuestro destino. El mar desatado, convirtió la celebración en desesperanza. Te envolvió para siempre...Volví al festín, congelado por un momento y pensé llena de melancolía: -¡Ahora él es el dueño de este soñado lugar! Todo se ensombreció. Y un pequeño destello de conciencia me hizo entender la situación. Ese era su hermoso destino... Hoy sigo acompañada de mis viejos textos y mi café humeante que a diario se sorprenden con mis vivencias profundas e imperfectas.