Hasta luego, universidad
Se podría decir que justo hoy he terminado mi carrera — filología clásica — y me gustaría compartir con vosotros el balance final de esta etapa de mi vida. En general han sido cuatro años de introspección; cuatro años de alegrías y sinsabores en los que he aprendido muchas cosas. He conocido a mucha gente maravillosa y en general me llevo un buen recuerdo. Sin embargo, me he dado cuenta de que mi vocación no es el latín o el griego. Aunque me gustan mucho los idiomas, no puedo sino sentirme completamente seducido por el encanto de las matemáticas y la filosofía, y parece ser que estas disciplinas son irreconciliables con las estrecheces académicas de la filología.
La verdad es que no concibo una vida conformista, quiero lo mejor para mí y tengo la firme convicción de que puedo conseguirlo, pero parece ser que hasta ahora no he encontrado el lugar adecuado. En la escuela me aburría y esperaba con ansias empezar el instituto para ver si la cosa cambiaba, pero todo seguía igual e incluso peor. Una vez en el instituto, también me aburría y esperaba impaciente llegar a la universidad para estudiar finalmente lo que me gustaba, pero luego me di cuenta de que en lugar de formar a personas, formaban autómatas que deben integrarse de inmediato en el mercado laboral. Ahora, a punto de empezar otra carrera, aún tengo la esperanza de sentirme a gusto y conocer mentes docentes más abiertas y humanas.
La tecnología avanza a pasos agigantados y trae consigo muchos problemas, pero también muchas ventajas y oportunidades; con el internet se abre un abanico de posibilidades para que todo el mundo pueda reinventar su existencia. En España, por desgracia, se profesa muy poca tolerancia a lo nuevo: a las nuevas formas de pensar, a las nuevas formas de vivir, y, en definitiva, a todo lo que atente contra el statu quo. Me siento muchas veces en una pugna contra el mundo; predicando en el desierto, en medio de una batalla en la que me acompañan muy pocos, pero en la que arrostro a muchos. Sin embargo, no siento la necesidad de mostrarme hostil con nadie: el progreso se fomenta por medio del debate aséptico y civilizado. Es natural que existan opiniones diversas pero no es en absoluto normal que algunas se erijan en calidad de dogma y e incluso se cometan crímenes en su nombre; muy pocas son las verdades absolutas. Algunas ideas nos gustan más que otras y es común conferirle a estas más valor del que tienen objetivamente, pero creo honestamente que nuestra labor como seres dotados de razón es minimizar el efecto de esos sesgos, juzgar nuestro entorno de la manera más imparcial posible y obrar en consecuencia.
- Hyperion
¡Felicidades amigo! Recuerda que no hay una meta, la meta es el camino, así que no dejes de hacer lo que te gusta y si eso significa estudiar otra cosa, pues bienvenido sea.
¡Muchas gracias! yo pienso igual :)
Felicidades! Ahora es solo el comienzo de tu vida! Suerte aqui en Steemit
Felicidades
Al final se encuentra el camino... suerte!
Amigo, felicitaciones, te deseo toda la suerte del mundo en todos tus proyectos y metas.
Un abrazo!