La voluntad de mejorar para un futuro mejor

Me encuentro en esa larga y ancha autopista oscura donde sólo me da luz el reflejo de la luna bajo una fría lluvia, sin arrepentimiento de lo vivido pero pensando que pude haberlo hecho mejor.

Tiempos atrás sólo quería aprender a volar sin nada que me detuviera, correr y divertirme donde mi mente y corazón me llevaran a explorar lo que para mi era la felicidad. Aunque era un chico joven, sabía en el fondo que esto tendría un precio, que par ganarme mis rayas y victorias tendría que pagar y solo aferrarme a mi alma, que aunque era libre se sentía condenada por unos barrotes llamados prejuicios. Se que no soy el único que comete errores, pero sí el único que está pagando la consecuencia de ello. Desearía vivir un poco más y así poder mirar el brillo del cielo y no sólo el suelo lamentandome por los errores cometidos, es como si mi vida estuviera encadenada y no me queda más que llorar echando de menos a mi familia y amistades, extraño cuando mi momentos de vida eran pura felicidad, pero la realidad ahora es otra.

Camino por las calles donde crecí sonriendo tratando de encontrar mis raíces, el horizonte de lo que creía era mi futuro perfecto pero la gente no me reconoce, intento contar mis historias pero miran solo a un hombre desconocido. Es allí donde me doy cuenta que no estoy haciendo las cosas bien, pero que tengo tiempo de poder enderezarlas por el camino. Seco las lágrimas que junto a la lluvia mojan mi rostro, tomo un suspiro, levanto mi cara para observar el renacer de un nuevo día junto a un resplandeciente sol dándome la oportunidad de poder mejorar y haciéndome creyente de segundas oportunidades, monto mi motocicleta como caballo de guerra y voy decidido a construir un presente para disfrutar de un mejor futuro.