La gata Bandida, otro cuento absurdo de @gvand.

-Que tengas dulces sueño mi linda bandida- la dueña de la minina susurra, inmediato se escucha un suspiro cargado de amor y ternura.

Mientras la gata se hacía la dormida de reojo a la chica veía, quien pensaba que un ángel tenía de compañía.

La habitación se queda a obscuras y la gata se percata de que por nadie fuera observada, acto siguiente con una sonrisa macabra emprende su retirada.

Rondando los suburbios la gata estaba, pues en sus paseos nocturnos esto acostumbraba. 

Una maestra del disfraz, ágil, rápida y con un hambre voraz, quien se escurría por cualquier hueco que le diera acceso a su destino final, pues entraba a las casas de los vecinos para los refrigeradores asaltar.

Esta gata astuta no se podía imaginar que en una de esas casas había un guardián.

No era un perro, tampoco un ave ni mucho menos un halcón, el guardián no era nada más y nada menos que un simple ratón, él se hacía llamar “el protector del refrigerador”, un héroe sin capa pues los dueños de la propiedad sus hazañas ignoraban. 

Armado de valor y una pistola de agua estaba el ratón, pues se dedicaba ahuyentar a todo aquel gato ladrón. 

Fin.

Créditos de texto e ilustraciones:

Génesis Vina  Andueza

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