LA ODISEA DEL AZUL

Ya hablé una vez acerca de este color y lo mucho que me apasiona. Lo hice para la primera parte de este post, que fue durante el concurso de fotografía patrocinado por @Cervantes.
Entonces acá vuelvo con más tomas enfocándome en la belleza de estas tonalidades:

Porque azul es el cielo que cuida de las nubes posando sobre nosotros. Inspirando a la armonía, paz y sosiego que tanto se necesitan en estos momentos, muchas veces el solo abrir los ojos hacia arriba es lo que falta para lograr calmar los suspiros del anhelo pesar. La hermosura de el paraíso entre las alturas no hace más que irradiar, gritar que admires lo que muchos ignoran pero a ti te puede salvar.
Azul son las paredes que observan manos marchitar, con flores rojas cuan amapolas del espectro solar, incitan a la furia que se detenga a mirar, evalúe la situación y no comience a llorar.

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Matices Fríos

Como la lluvia de invierno

Azul es la llama que enfría para no quemar. Alumbrando el camino de almas en pena, buscando a diestra y siniestra el bienestar de la paz.

De esta toma no hay mucho que decir, a parte de que estaba en una habitación obscura con un encendedor. Y tenía esta idea acerca de una llama azul, que fuese totalmente contraria a lo que se conoce debido a que su color suele ser amarillo, pero yo decidí que sería un tono mucho más frío.

Durante un viaje que realicé a la casa de un familiar que vive en un pueblo muy arriba en las montañas. Por lo que cuando el anochecer se acerca, la niebla desciende y eso fue lo que sucedió; ya estaba oscureciendo cuando la bruma bajó ante nosotros, aunque nublara un poco la visión; igual saqué mi celular para capturar una fotografía de ese momento junto a una vaca que estaba de paso por ahí. Empecé a jugar un poco con el balance de blancos y la intensidad de los colores para lograr ese efecto azulado que tanto me encanta.

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Las ventanas del alma

Cautivando el mirar

Ella observaba a través de su ventana cuando cayó la primera gota, estaba realmente asombrada de aquél simple hecho.
Desde hace tiempo deseaba tanto la lluvia en épocas de sequía ya que amaba el sentir azul del agua desbordando; que curiosamente no era triste. Al contrario era una tonalidad que representaba la más dulce de las calmas, serenidad profunda. Sumado al frío del ambiente, la insistencia de las nubes por tapar el sol y los tonos azulados. Para ella eso era como una perfecta melodía llegando a sus oídos y a su corazón.

Por algún motivo siento una especie de 'pasión' por las ventanas. Las luces que entran a través de ellas, las vistas y todo lo que pueden significar. Así que en esta fotografía, aproveché el largo cabello de la modelo para dar un efecto un tanto dantesco o escalofriante.

Acá durante un atardecer y contrastes oscuros realicé otra foto a las ventanas que tanto me gustan, fue algo muy imprevisto que simplemente tomé porque me gustó como se veía en el momento. Y este fue el resultado.

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Memorias de la luna estrellada

Cielos libres de maldad

Observando las nubes al anochecer, sin estrellas, sin luna. Solo nubes con ápices de luz y tintes oscuros que se reflejaban a través de mi cámara.

A diferencia de la anterior, acá la luna si brillaba. Parecía una estrella fugaz, pero lo único en velocidad era yo en el carro, localizado en el mismo pueblo de la neblina.

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Azul es la simpatía, amistad y confianza
Azul es la fantasía, divinidad e ilusión
Azul es la frivolidad, pasividad y sosiego

Muchas gracias por haberme leído, y haber visualizado las fotografías que con tanto esfuerzo y pasión tomé. Todo lo que escribí y las imágenes son de mi autoridad. Pronto volveré con más para ustedes <3