Queridos amigos Steemianos,

Es un placer para mí seguir compartiendo aquí algunos capítulos de mi libro iniciático «Conversaciones en la Hoguera del Conocimiento».

En esta ocasión, hablamos sobre las conexiones de la mente.

Como siempre, todo comentario es bienvenido.

Conversaciones en la Hoguera del Conocimiento

Primera Parte

3.- Las Conexiones de la Mente

 
— Xehntea, si la Mente está conectada con el cuerpo, de hecho la mente da lugar al cuerpo, entonces entiendo que una Mente sana, conectada con la Verdad, da lugar a un cuerpo sano, y una Mente con un sector identificado con el ego, proyecta ese error en el cuerpo.

— En concreto en la parte del cuerpo que se vincula con el lugar de la Mente donde se haya fraguado tal error.

— Entonces, la enfermedad es la consecuencia del desajuste de la mente.

—Es lo que se desarrolla en aquel lugar donde la Verdad no puede entrar porque está ocupado con una densidad que impide el paso de la Luz.

»¿Sabéis que se puede sentir la energía?

—¿Yo puedo?

—Ponte una mano, con los dedos juntos sobre el pecho, acércala y aléjala, y atiende…

—Siento como brisa.

—¿Qué temperatura?

—Caliente, más bien…

—En líneas generales, la energía sana es cálida, y la que no es sana, es fría. Es cálida porque tiene una vibración alta; se enfría al bajar su vibración. Y si se mantiene mucho tiempo abajo, su tendencia a la inmovilidad puede llegar a ‘solidificarla’. He aquí la enfermedad, la manifestación física de lo que está ocurriendo a nivel energético.

—Así que la enfermedad siempre empieza en la mente…

—Es por eso que a través de ella podéis sanar también. Es el mismo instrumento para ambos casos, enfermar y sanar.

—Tiene sentido.

—Y hay algo más: con una energía sana, dirigida con conocimiento, podéis sanar a los demás. Y esto es así porque la Energía no es posesión de nadie. La Energía ‘es’, y las personas simplemente os relacionáis con ella. Ahora bien, la sanación perdurará en tanto que la mente del otro la acepte.

—¿Cómo resumes, entonces, el proceso de las energías hasta la enfermedad?

—Las energías fluyen a través de vuestro cuerpo por unos canales específicos, como la sangre por las venas. Estos canales son los nadis; y, sobre todo y en gran escala, los chackras, centros en los que confluyen dos o más nadis.

»Los chakras más importantes son siete, y vibran en diferente frecuencia, sonido y color.

»Estos centros energéticos deben estar abiertos y girando en una determinada cadencia. Entonces la energía, diligente y ágil, se desliza por ellos, fluye por ellos. En el instante en el que la mente concibe un ‘error’ y lo asume como verdad, está manipulando esa energía del cosmos que en este instante forma parte de él.

»Y así, esta energía llega un momento en que se ralentiza hasta el punto de taponar los canales, con lo cual corta el paso a la vida; en su mente, a una Verdad. Y esto se traduce en energía que se paraliza en el campo energético de la persona y finalmente se proyecta en esa gran pantalla donde todo lo que sois está trazado: el cuerpo. Se refleja, entonces, como enfermedad.

—El problema es que tratamos la enfermedad directamente, en lugar de su origen.

—Con lo cual estáis secando un suelo sobre el que llueve.

—¿Si solucionamos el origen, o sea la causa, el cuerpo sanará?

—Tal vez no se refleje de modo claro o inmediato. Pero es seguro que lo que era ya no está avanzando. De hecho, ha dejado de ser operativo, se suicida, muere por falta de alimento.

—Las barreras de la mente se cristalizan en el cuerpo.

—El cuerpo se alimenta de Realidad, solo de Realidad. El lugar en donde la Realidad mengua, se entiende que falta Realidad, el sustento del cuerpo. Podemos decir que ese lugar que la Realidad no ocupa, está vacío, ¿verdad? Ello se debe a que lo único que existe es ‘la Realidad’, lo que ‘es’. Donde no hay nada, ‘no es’. Esto es así en mi dimensión. En vuestro mundo, donde su nombre tiene sentido, es enfermedad.

—Entiendo. La enfermedad es falta de salud. La nada es falta de realidad. La realidad es salud. La nada se interpreta como enfermedad. Es un lugar de nosotros que no funciona correctamente.

—De hecho, lo que os ha pasado es lo que podría ocurrir con un equipo de música: Al desconectaros de la Realidad, de la Verdad, de Dios, de la Fuente, os desenchufáis. ¿O acaso creías que existías gracias a ti mismo y que el motor de ti mismo eras tú? ¿No te suena raro esto? ¿Se parece a lo que tantos creen, como decías, o más bien han dado por hecho?

—Eso es, exactamente.
 

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• El Capítulo anterior lo puedes encontrar aquí
• Introducción e Índice del libro, aquí